Lecciones tras Banco Madrid

A la hora de trabajar con un intermediario financiero, banco, gestora o sociedad de valores, y comprar o suscribir cualquier activo financiero, sé que existe una normativa de protección del inversor, pero la eficacia práctica de ésta dista mucho de ser la idónea. El asesoramiento financiero profesional tiene aquí mucho que decir y que hacer, tanto a la hora de escoger los activos de una cartera de inversión como en la elección de las entidades financieras donde depositar estas inversiones. Se trata de uno de los fenómenos más en auge dentro del mundo financiero español que puede, y debe, ayudar a evitar muchas situaciones de indefensión y de mala praxis que, por desgracia, nunca serán totalmente erradicadas. El mundo del dinero es así. Además, ya tienen suficiente riesgo los mercados como para que los actores del sistema añadan alguno más. Feliz Semana Santa.

Alternativas al fin de la QE en EEUU

El planteamiento es simple: cómo aprovechar el cambio de ciclo de los tipos de interés americanos para reducir el coste medio de parte de la deuda emitida por el Tesoro americano (más de 18 billones de dólares de deuda viva y en gran medida con un coste superior a lo que el mercado exige hoy). Además, se podría sacar partido de ese menor coste destinando esos fondos ahorrados en intereses a reconvertir las obsoletas infraestructuras americanas (Ritholz las define como tercermundistas en algunos aspectos) y conseguir con ello dar un nuevo impulso a su economía.

¿Consolido plusvalías en dólar?

Creo que, como tantas veces en el mundo de la inversión, el acierto se encuentra en regular los movimientos: evitar salir de una sola vez de una inversión que nos reporta ganancias manteniendo en cartera parte de ella con objeto de seguir aprovechándonos de la tendencia favorable si ésta se mantiene en el futuro. En caso contrario, habremos hecho caja en un buen momento con parte de lo invertido y podremos volver a adquirirla más adelante si buscamos la casi siempre saludable diversificación en divisas. No olvidemos que una divisa distinta a la nuestra es un activo de riesgo, como la renta variable o las materias primas, y que nadie compra siempre en mínimos y vende en máximos. A veces, la fortaleza de las tendencias nos lleva a olvidarlo.

¿Conviene ahora reducir bolsa?

Sigo creyendo que la renta variable europea, con la debida selectividad y gestión activa, va a seguir siendo el mejor activo en 2015. El citado dato de previsión de nula inflación por parte del BCE casi garantiza la permanencia anunciada (hasta septiembre de 2016) de la quantitative easing de Draghi y, como sabemos, las bolsas acaban agradeciendo en forma de subidas estas inyecciones monetarias en el mercado de bonos. Si además, los resultados empresariales en Europa terminan, como así parece, mejorando de verdad con respecto a 2014, tenemos escenario de bolsa alcista para rato. Aunque ahora corrija. Si así sucede, en este entorno de recuperación del crecimiento, podremos encontrar atractivas oportunidades de inversión. La habilidad de los buenos gestores se pone a prueba. Veremos.

Corralito griego y riesgo político en España

España no es Grecia y la fortaleza actual de nuestro sistema financiero nos protege de eventuales episodios de crisis de confianza. Pero el dinero es miedoso y cuando busca refugio por verse amenazado se mueve muy deprisa. Aprendamos de lo que está sucediendo en Grecia. El reciente ejercicio de pragmatismo que están llevando a cabo sus políticos podría no suceder en España en caso de victoria electoral de la alternativa española equivalente a la griega Syriza. Nuestro riesgo país está ahora más que nunca ligado al riesgo político.

Bolsas y margen de seguridad

No estamos en un escenario de crecimiento fuerte y global, sino más bien de dispersión en la evolución de las economías de las distintas zonas mundiales por los diferentes momentos del ciclo en que se encuentran. En este entorno, el mercado debe tender a favorecer a aquellas empresas con mejor perspectiva en su cuenta de resultados y que realmente están creando valor para sus accionistas.

De ahí que la utilización con buen criterio del margen de seguridad como base en la gestión de renta variable ayudará a dormir mejor a muchos inversores, especialmente a los menos acostumbrados a la volatilidad. El tiempo lo demuestra.

Las bolsas y el monopoly de Gross

Aunque se ha incrementado el riesgo de la renta variable, no creo que haya llegado todavía el momento de salir de esta inversión. No obstante, y hasta que se aprecie una mejora real y sustancial de los resultados empresariales, el potencial de ganancias es cada vez más reducido y el riesgo de mantener medidas monetarias expansivas extremas durante demasiado tiempo acabará traduciéndose en episodios de volatilidad, quizás con fuertes caídas, que pueden ocasionar nerviosismo y crear oportunidades de inversión.

Por todo ello, para atemperar el riesgo y poder aprovechar las caídas para comprar, el hecho de contar con parte de la cartera en efectivo es hoy una más que saludable opción de inversión. Remunerada a tipo cero, lo sé, pero 100% disponible y sin verse nunca afectada por movimientos adversos del mercado. El contexto de dudas macro y riesgos geopolíticos refuerza también esta idea. Por no hablar del puro riesgo político que tan cercano tenemos ahora… Como decía Buffet: “prefiero ser temeroso cuando los demás son codiciosos y codicioso cuando los demás tengan miedo de invertir”.

Buscando la rentabilidad perdida

No es fácil la respuesta pues en el actual entorno no existen fórmulas mágicas que faciliten retornos ciertos elevados y nulo riesgo de principal. No obstante, sí que existen alternativas que, con probabilidad de pérdida muy baja, ofrecen una expectativa de retorno superior a la de los productos descritos. Cada inversor es un caso aparte que debe analizarse y valorarse antes de tomar una decisión de inversión. De este proceso de análisis, les aseguro que en la práctica totalidad de las ocasiones la conclusión será de no invertir en un producto garantizado con las características descritas. En todo caso, me parece más recomendable mantenerse en liquidez (cosa que, como indico más arriba, no es ahora del gusto de la entidad) que embarcarse en un producto de este tipo.

Entorno de volatilidad y alternativas para evitarlo

pasarlo tan mal cuando lleguen momentos difíciles de mercado.

Los episodios de volatilidad de 2014 fueron frenados por la combinación de mensajes de los bancos centrales y por los buenos datos macro provenientes de EEUU. Sabemos que es complicado que esto se repita con la misma intensidad durante este año 2015. Si no quieren pasar malos ratos por la impredecibilidad en el corto plazo de la renta variable, sean prudentes, combinen estrategias como las expuestas y busquen alternativas de inversión que puedan facilitar una expectativa razonable de rentabilidad en el actual entorno de tipos a cero a la vez que un nivel de riesgo moderado.

¿Por qué Santander baja el dividendo y amplía capital?

Concluyo con dos advertencias para navegantes de los mercados en búsqueda de dividendos y plusvalías:
Los ingentes beneficios que engordaban las cuentas de resultados de las entidades gracias a la inversión en deuda pública del dinero prestado por el BCE a casi 0%, han tocado a su fin por la situación de la curva de tipos de interés en la Eurozona (que se lo digan a las aseguradoras que ya no saben en qué invertir sus provisiones matemáticas para poder cubrir sus compromisos adquiridos).
No todo el sector pero sí varios bancos españoles pueden seguir pronto la estela de reducción de dividendos y ampliaciones de capital, y cabría incluso que las necesidades del propio Santander no hubieran acabado como decían en una nota los analistas de Berenberg Bank quienes, tras conocerse la reciente ampliación, cifraban en otros 5.000 millones de euros las necesidades de capital complementarias de la entidad cántabra.