Tras el G20, ¿un riesgo menos?

La recién finalizada reunión en Argentina del G20, o Grupo de los 20, puede tener esta vez consecuencias de mayor calado que de costumbre. En principio, lo más llamativo era que todos los representantes de los países buscaban lo mismo: reunirse con el Presidente chino. Éste llegaba relajado tras la buena acogida recibida en Madrid y sabía que lo tratado con España sobre la defensa de una economía mundial global abierta, equilibrada e inclusiva, iba a centrar también el interés de la cumbre política en Buenos Aires. Y así ha sido. Con toda la diplomacia, pero… ¿con efectos favorables para los mercados?

¿Superarán los mercados el populismo?

La utilización del término populismo supone adentrarse en un terreno difícil que intercala arenas movedizas con alguna zona de tierra firme. En teoría, se supone que la lucha por los derechos del pueblo en contra de una élite privilegiada está en la base de esa filosofía. En la práctica, sabemos que eso es falso ya que el populismo tiende a convertirse en demagogia y en intereses políticos de, otra vez, unos pocos.

¿Cómo puede la moral guiar nuestra economía?

Últimamente vengo reafirmándome en dos cuestiones que están muy presentes en el sector financiero: la primera, quiénes son los responsables del endeudamiento excesivo y generalizado de la sociedad; la segunda, si es posible oponer el negocio a la moral, si esta debería jugar un factor fundamental en nuestra economía

Acercándonos al final

El momento que vivimos en los mercados financieros se caracteriza por una polarización de las visiones, los análisis y los pronósticos.  Existe una opinión, la más visible, que sostiene que las cosas van bien y que los mercados deben subir más aún. Enfrente están los que piensan que estamos cerca del final del periodo de vacas gordas y que pronto puede llegar una crisis, para algunos, una crisis mayúscula. Ambas partes tiene buenos argumentos que, creo, vale la pena repasar despacio.

Gobierno y BdE: alejamiento esperado y peligroso

Tras el bochornoso espectáculo que nos han regalado los poderes ejecutivo y judicial del Estado (el legislativo no participa, aunque querría, por falta de quorum) con motivo del penoso episodio del mal llamado impuesto de las hipotecas, ahora le toca pasar por caja a la primera autoridad monetaria nacional. El Gobierno de la Nación ha anunciado que va a crear una autoridad para proteger a los clientes de los abusos de la banca, función hasta ahora encomendada al Banco de España (BdE) y al sistema judicial. Creo que esta medida, que de por sí no es negativa, encierra otros intereses de distinto calado.

La verdad de Brasil y la deriva española

El triunfo electoral de Jair Bolsonaro en Brasil arroja más luz de lo que parece sobre los movimientos populistas que tienen cada vez más peso en muchas zonas del mundo. Puede suponer grandes cambios para la mayor economía de Latinoamérica y así lo están reconociendo, positivamente, los mercados financieros. Pero no me centraré en eso, sino que intentaré exponer las verdaderas causas de su victoria en las urnas y alguna lección para España en estos momentos.

Los políticos no invierten en Bolsa

Tras las caídas del pasado viernes, prácticamente todos los índices bursátiles del mundo están ya en territorio negativo. Se salva el tecnológico Nasdaq (aunque cae un 11% desde máximos de final de agosto) y, sorpresivamente, la Bolsa brasileña, si bien ésta también refleja números rojos si razonamos en Euros o Dólares (debido a la depreciación del Real). Para analizar esta difícil situación para gestores, asesores e inversores, recurriré al pasado reciente y me apoyaré en el presente para intentar descifrar lo que puede acontecer.

Brexit, presupuestos y otros engaños

Los lectores de este blog conocen mi visión sobre los llamados riesgos geopolíticos: siempre acontecen eventos ligados a los Gobiernos y sus políticas que afectan al mercado y ahora no es una excepción. Sucede que creo que nos encontramos en una fase en la que el nivel de falsedad en la comunicación de muchos de los hechos que están condicionando negativamente el devenir de los mercados está en máximos.