Una opción (válida) para el ahorro conservador

Si siempre se obtuviera un retorno positivo, este tipo de productos financieros sería la panacea para el inversor conservador y no lo es. Son sólo unos pocos los fondos de inversión que logran rentabilidades positivas en cualquier tipo de situación de mercado y que lo hacen con consistencia en el tiempo. De ahí que lo que tiene que hacer el inversor es, apoyándose en el mejor asesoramiento posible, identificar a esos gestores que encuentran alfa de manera recurrente comprando/vendiendo acciones o índices.

Emergentes: ¿oportunidad de inversión o riesgo excesivo?

La conclusión de este post es positiva: existe potencial de revalorización en algunos ME y su inclusión puede compensar riesgos y ampliar favorablemente los beneficios de la diversificación de una cartera de renta variable. No estamos ante un activo para cualquier inversor pues el riesgo es alto, pero la recompensa potencial también es elevada.

Entre los mercados preferidos de muchos gestores de ME están India y Turquía. Los peor vistos, Brasil y Sudáfrica. No obstante, no hay un consenso evidente y la diversidad de posibilidades de exposición es enorme. De ahí que la consulta a un asesor especializado sea una de las condiciones sine qua non previas a cualquier toma de posición. El otro requisito para invertir, el pesimismo y el descuento en el precio, parece que ya se cumple en algunas compañías y zonas geográficas entre los ME.

Entorno de guerra y reglas para el sosiego

Cuando se producen movimientos de las cotizaciones como los que estamos viviendo en 2016, la mayoría de inversores se pregunta por qué nadie les avisó y qué pueden hacer ahora. Sobre esto último escribía el pasado martes en Expansión en su edición en papel bajo el título ¿Qué hacer ante los desplomes?. Ahí resumía las pautas que considero imprescindibles para afrontar con garantías este volátil y belicoso entorno de mercado. Desde entonces, creo que se ha profundizado en el principal problema de esta crisis que afecta a las bolsas y a otros activos financieros y que es el siguiente: no acabamos de entenderla.

Euribor 12m negativo: ¿me pagarán por mi préstamo?

El Euribor negativo es otra muestra de la fase de miedos y dudas sobre la evolución de la economía global que estamos atravesando. Ahora más que nunca, son los políticos quienes deben actuar tomando medidas que promuevan la confianza y facilitando un marco legal que afiance el débil crecimiento logrado. Estamos viviendo un momento trascendental dentro del proceso de salida de esta indómita crisis que todavía nos somete. Y mientras, en España, jugando con fuego.

Los mercados en febrero: 3 dudas y 2 certezas

Ante un escenario como el descrito con elevadas incertidumbres y con certezas que tienen cada vez menor seguridad en sus resultados finales, conviene que:
Adaptemos el riesgo de nuestras inversiones a lo que realmente nos podemos permitir, incluso si ello comporta asumir pérdidas.
Vigilemos la evolución de los beneficios empresariales (estamos en plena época de publicación de resultados) ya que deben determinar el enfoque de exposición a bolsa de la cartera.
Y, una vez hecho todo lo anterior, esperemos sin nervios, pues el mundo, de eso sí que estoy seguro, no va a desaparecer mañana.

¿Daña la caída del petróleo la economía global?

En Arabia Saudí, mayor exportador de crudo del mundo y pieza clave del rompecabezas del mercado petrolífero, el presidente de su gigante estatal Aramco, declaraba recientemente a Reuters que no quiere poner fin al petróleo shale producido en EEUU sino que busca un mercado equilibrado donde todos los productores jueguen un papel estabilizador y donde tengan cabida los productores con menor coste (Arabia Saudí) con el resto. Añadía que llevaría algo de tiempo que el mercado absorba el actual superávit de producción, pero que habría una mejoría notable durante la segunda mitad de 2016 con un aumento de la demanda de 1,2 millones a 1,5 millones de barriles por día.

Bolsa española, entre la política y la macroeconomía

Cuando, por un lado, se disipen los actuales excesivos temores sobre la evolución de la economía china y, por otro, los lobbies del petróleo decidan que el suicidio progresivo de los productores (por ahora selectivo pero pronto podría ser generalizado) no es una buena opción para nadie, retornará la estabilidad a los mercados financieros. Si en ese momento España ofrece un gobierno mínimamente estable, podría empezar a cumplirse lo que decía hace poco el reputado gestor de renta variable José Ramón Iturriaga: “éste es el año de la bolsa española, los fundamentales deberían imponerse en 2016”. Esta vez, para bien.

China no frenará a Europa

Una sencilla y contundente cuestión: ¿puede llevarse China por delante el crecimiento europeo y el propio crecimiento mundial? Teniendo en cuenta todo lo expuesto en este post, no lo parece. No hay cambios significativos de la economía china que pongan en duda que está gestionando adecuadamente el cambio de su modelo de crecimiento. Por ello, y siempre que el precio del petróleo no persista en su hundimiento (está ya en niveles insoportables para muchas empresas del sector), creo que debemos mantener una visión positiva y seguir confiando en Europa como expuse la pasada semana en el post sobre las previsiones para 2016

Invertir en 2016: 10 preguntas y respuestas (II)

Con eso claro y desde el punto de vista de la economía global, parece que el ciclo económico continuará en fase de expansión en 2016, lo que debería de permitir que la Reserva Federal prosiga con el proceso de normalización de los tipos de interés estadounidenses. Ambas variables, crecimiento y evolución de los tipos de interés, constituyen los ingredientes que deberían de facilitar una evolución favorable de algunas inversiones, especialmente las ligadas a renta variable de determinadas áreas geográficas, y delimitar las categorías de inversión donde la inestabilidad puede ser la protagonista (deuda pública y renta fija de plazos medios y largos). En todo caso, una eficiente diversificación entre tipos y subtipos de activo y el saber dotarse de estilos de inversión y gestores suficientemente flexibles y consistentes en el tiempo, serán los elementos definitivos para que dentro de doce meses acumulemos rentabilidad positiva en el ejercicio.

Invertir en 2016: 10 preguntas y respuestas (I)

Mientras un grupo antisistema intenta arruinar la vida socioeconómica de una región española cuyos dirigentes, a su vez, buscan romper el orden de nuestro Estado, me enfrento de nuevo a la nunca cómoda tarea de contarles, amables lectores, la visión de lo que puede suceder en los mercados financieros el próximo año. Un difícil entorno, el más cercano, para los españoles, dentro de un contexto internacional que tampoco ayuda a la estabilidad: tímido crecimiento de la Eurozona necesitado en exceso del apoyo del BCE y muy condicionado por lo que suceda con los tipos de interés en EEUU y por la ralentización del desarrollo económico en China y en otras zonas emergentes, por citar algunos de los focos de riesgo que nos acompañarán durante el próximo ejercicio. Pero algo habrá que hacer con el dinero, dado que la expectativa de retorno del depósito o de la Letra del Tesoro ronda el cero o es negativa.