Invertir en 2015: 10 preguntas y respuestas (II)

No obstante, antes de finalizar este examen de lo que puede suceder en el nuevo ejercicio que ahora comienza y como también lo hacía hace un año, quiero recordar que mi obligación como analista es tomar datos objetivos y opiniones subjetivas, analizarlos y definir una posición en base a todo ello. Y aunque los mercados acaben siempre reconociendo la realidad económica que hay detrás de las cotizaciones, sean de acciones o de bonos, hasta ese momento se mueven en gran medida por elementos subjetivos, lo que les dota de volatilidad, es decir, de riesgo. Esta característica hace que no todo sea adecuado para cualquier inversor, aunque pueda ganar dinero comprándolo. El principio básico de la inversión que Warren Buffet, y un servidor, amablemente se empeña en recordarnos es elemental: no perder dinero.

Invertir en 2015: 10 preguntas y respuestas (I)

Repasando las recomendaciones que escribí hace un año en este blog, compruebo con satisfacción el buen funcionamiento en rentabilidad de la mayoría de ellas. A cada cual lo suyo, aunque también es justo reconocer que vamos a acabar un aceptable año de mercados, lo que facilita las predicciones. Siempre es más fácil pronosticar lo bueno que lo malo. No obstante, los episodios de fuerte volatilidad sucedidos en 2014 han provocado no pocas renuncias a la exposición al “riesgo bolsa” y la implementación de coberturas a la postre inadecuadas. Por no hablar del castigo que siguen soportando quienes apostaron por materias primas o divisas de países emergentes, grandes perdedores del año que acaba. La sensación de intranquilidad ha sido frecuente y ello ha llevado a muchos inversores a recoger las velas del riesgo y refugiarse en activos monetarios, tranquilos pero sin remuneración. Es el coste de la seguridad en el marco actual con tipos a cero y Estados “híperendeudados”. Veamos qué puede pasar en este entorno.

Crecemos sin ganar dinero

Aún queda mucho por hacer, pero lo más difícil, dejar atrás la recesión, se ha logrado. Esperemos que los políticos, en lugar de estropearlo, sepan agradecérselo a quienes siguen sacrificándose por ello. En este momento, lamentablemente, el mayor riesgo para la continuidad de la recuperación económica en España se encuentra en nuestra clase política.

¿Nos hundirá o nos salvará la caída del petróleo?

El balance es positivo

El impulso que supondrá en términos de renta disponible de las familias la caída del precio del petróleo (también de otras materias primas) puede ser uno de los catalizadores del crecimiento de la economía global para el próximo ejercicio. Refuerza la visión favorable para muchas compañías cotizadas (no todas, claro está) y reduce la incertidumbre por posibles movimientos repentinos de los bancos centrales en los tipos de interés. Habrá que vigilar de cerca los riesgos expuestos e intentar aprovechar las caídas de las cotizaciones en algunos sectores hoy castigados (especialmente en empresas ligadas al shale gas en la bolsa de EEUU).

No es el fin del petróleo. Su protagonismo en la industria química y de carburantes continuará durante mucho tiempo pero, por una vez, su precio puede ayudarnos a que el vaso de nuestra economía parezca medio lleno.

OPV de Bankia: mentiras arriesgadas

La OPV de Bankia es un episodio para olvidar. Una chapuza más del todavía inacabado proceso de reconversión del sector financiero español. Se arriesgó tapando la verdad y ahora podemos ver serias consecuencias de esa actuación como advierten los peritos: “Existe riesgo contingente por eventuales multas y sanciones que, según la definitiva tipificación de las infracciones por las autoridades competentes, podrían llegar a la cancelación de la licencia bancaria”, por lo que Bankia podría verse obligada a dejar de operar como entidad financiera. Y no sólo eso, ya que apuntan que también “hay riesgo contingente por eventuales litigios promovidos por los usuarios de la información financiera, inversores, acreedores y clientes”, lo que puede acarrear muchos procesos judiciales y tener que afrontar indemnizaciones en el futuro.

¿Bolsa para un inversor conservador?

Caer en la complacencia es uno de los mayores riesgos, si no el principal, a los que los inversores se enfrentan en el actual entorno anestesiado por los bancos centrales. Nadie mejor que Warren Buffett, mayor inversor particular en bolsa de la historia, para responder a la pregunta del título de este post: If you don’t feel comfortable owning something for 10 years, then don’t own it for 10 minutes (“si no te encuentras cómodo poseyendo algo durante 10 años, entonces no lo tengas ni 10 minutos”). Creo que queda claro.

Las bolsas en manos de los chinos

La relevancia de China en el comercio mundial, ergo en el crecimiento de las principales economías occidentales, y la gestión de sus ingentes reservas de divisas con las que compra bonos americanos y europeos, convierte la salud de la economía china en una de las principales variables que determinan la evolución de los mercados financieros. Tan sencillo y tan complicado al mismo tiempo.

El riesgo está en los garantizados

A muchos empleados de banca en España les gustaría poder un día dar rienda suelta a su sinceridad cara a los clientes y decirles: “no suscriba este producto, quizás no pierda dinero pero seguramente no le reporte nada; lo vendemos porque las comisiones que el banco percibe son muy elevadas y porque si cumplimos el objetivo comercial tendremos un bonus a final de año”.

¿Vendo bolsa y bonos españoles?

Los no residentes tienden a reducir y vender posiciones en activos financieros sin mucha reflexión, sin esperar a que llegue un analista enviado por un dirigente político para explicarles que realmente no está pasando nada, que la situación, aparentemente tensa, está bajo control, y que las encuestas en España nunca aciertan. Que entidades extranjeras como JP Morgan, Merril Lynch, Barclays, Coface, etc., focalicen sus análisis en el riesgo que muestra España por su fragmentación política y por la inacción de los partidos tradicionales, es una puerta de entrada abierta a la volatilidad en nuestros mercados. El diario americano The Wall Street Journal equipara a Podemos con el griego Syriza, partido político que encabeza también las encuestas de opinión en Grecia, país que está ahora en puertas del tercer rescate. El cóctel Cataluña/corrupción/Podemos nos puede salir muy amargo.

¿Nos llevará la corrupción a otra recesión?

Los casos de corrupción, los disparates del nacionalismo irracional y los populismos basados en utopías interesadas, nos están llevando a un escenario de tensión extrema en el que se está poniendo en riesgo gran parte de lo que hemos construido durante los últimos trimestres. El hecho de que un dirigente político utilice, como acaba de suceder, un argumento de negociación política consistente en la posibilidad de llevar a España a una situación de default o impago de su deuda, es un síntoma inequívoco de que podemos volver a estar de nuevo y muy pronto al borde del precipicio. Ello supondría tirar por la borda el mínimo bienestar que muchas personas han logrado gracias a su sacrificio. No debemos aceptarlo. Nos jugamos mucho, más de lo que con frecuencia creemos. No me resisto a incluir en este post unas líneas más de Todo lo que era sólido, obra que debería estar en la mesilla de noche de todos los políticos españoles.