Invertir en bancos: ¿alto riesgo u oportunidad?

«los bancos aún no han recuperado plenamente la confianza de los mercados y del público. Por ello, pese al progreso logrado en los últimos años, a los bancos les queda mucho por hacer». El que fuera durante seis años gobernador del Banco de España, recordaba la importancia de que el sector bancario mejorara su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) a partir de un aumento en el retorno de sus activos, del control de costes y de avances en los servicios al cliente, y no a través de mayor apalancamiento. Ponía de nuevo sobre la mesa el exceso de capacidad existente, talón de Aquiles, además de los inmuebles en balance, de la banca española. Concluía recordando que, pese a los avances en la Unión Bancaria europea, aún faltaba mucho por hacer en temas ligados a la supervisión, a la seguridad del depositante (fondo europeo de garantía de depósitos) y a la correcta ponderación por riesgo de los activos de las entidades (citaba la ponderación por riesgo cero de buena parte de la deuda soberana, lo que es contrario a los principios de la regulación de Basilea).

¿Bastará Draghi para impulsar la bolsa?

No pongo en duda las buenas intenciones de Draghi y la ayuda que todo lo que está impulsando supone para la economía europea. No obstante, es evidente que falta algo más. Este “algo más” cae del lado de los políticos, como el propio Mario recuerda cada vez con más frecuencia. Él sabe que, con la expansión monetaria que está promoviendo, está comprando tiempo porque sabe que éste no es infinito. En unos años, podríamos encontrarnos con un riesgo de default difícil de frenar en la periferia de la UE y, lo que es peor, con otra fase de dudas para el Euro como divisa.

Una opción (válida) para el ahorro conservador

Si siempre se obtuviera un retorno positivo, este tipo de productos financieros sería la panacea para el inversor conservador y no lo es. Son sólo unos pocos los fondos de inversión que logran rentabilidades positivas en cualquier tipo de situación de mercado y que lo hacen con consistencia en el tiempo. De ahí que lo que tiene que hacer el inversor es, apoyándose en el mejor asesoramiento posible, identificar a esos gestores que encuentran alfa de manera recurrente comprando/vendiendo acciones o índices.

Emergentes: ¿oportunidad de inversión o riesgo excesivo?

La conclusión de este post es positiva: existe potencial de revalorización en algunos ME y su inclusión puede compensar riesgos y ampliar favorablemente los beneficios de la diversificación de una cartera de renta variable. No estamos ante un activo para cualquier inversor pues el riesgo es alto, pero la recompensa potencial también es elevada.

Entre los mercados preferidos de muchos gestores de ME están India y Turquía. Los peor vistos, Brasil y Sudáfrica. No obstante, no hay un consenso evidente y la diversidad de posibilidades de exposición es enorme. De ahí que la consulta a un asesor especializado sea una de las condiciones sine qua non previas a cualquier toma de posición. El otro requisito para invertir, el pesimismo y el descuento en el precio, parece que ya se cumple en algunas compañías y zonas geográficas entre los ME.

Entorno de guerra y reglas para el sosiego

Cuando se producen movimientos de las cotizaciones como los que estamos viviendo en 2016, la mayoría de inversores se pregunta por qué nadie les avisó y qué pueden hacer ahora. Sobre esto último escribía el pasado martes en Expansión en su edición en papel bajo el título ¿Qué hacer ante los desplomes?. Ahí resumía las pautas que considero imprescindibles para afrontar con garantías este volátil y belicoso entorno de mercado. Desde entonces, creo que se ha profundizado en el principal problema de esta crisis que afecta a las bolsas y a otros activos financieros y que es el siguiente: no acabamos de entenderla.

Euribor 12m negativo: ¿me pagarán por mi préstamo?

El Euribor negativo es otra muestra de la fase de miedos y dudas sobre la evolución de la economía global que estamos atravesando. Ahora más que nunca, son los políticos quienes deben actuar tomando medidas que promuevan la confianza y facilitando un marco legal que afiance el débil crecimiento logrado. Estamos viviendo un momento trascendental dentro del proceso de salida de esta indómita crisis que todavía nos somete. Y mientras, en España, jugando con fuego.

Los mercados en febrero: 3 dudas y 2 certezas

Ante un escenario como el descrito con elevadas incertidumbres y con certezas que tienen cada vez menor seguridad en sus resultados finales, conviene que:
Adaptemos el riesgo de nuestras inversiones a lo que realmente nos podemos permitir, incluso si ello comporta asumir pérdidas.
Vigilemos la evolución de los beneficios empresariales (estamos en plena época de publicación de resultados) ya que deben determinar el enfoque de exposición a bolsa de la cartera.
Y, una vez hecho todo lo anterior, esperemos sin nervios, pues el mundo, de eso sí que estoy seguro, no va a desaparecer mañana.

¿Daña la caída del petróleo la economía global?

En Arabia Saudí, mayor exportador de crudo del mundo y pieza clave del rompecabezas del mercado petrolífero, el presidente de su gigante estatal Aramco, declaraba recientemente a Reuters que no quiere poner fin al petróleo shale producido en EEUU sino que busca un mercado equilibrado donde todos los productores jueguen un papel estabilizador y donde tengan cabida los productores con menor coste (Arabia Saudí) con el resto. Añadía que llevaría algo de tiempo que el mercado absorba el actual superávit de producción, pero que habría una mejoría notable durante la segunda mitad de 2016 con un aumento de la demanda de 1,2 millones a 1,5 millones de barriles por día.

Bolsa española, entre la política y la macroeconomía

Cuando, por un lado, se disipen los actuales excesivos temores sobre la evolución de la economía china y, por otro, los lobbies del petróleo decidan que el suicidio progresivo de los productores (por ahora selectivo pero pronto podría ser generalizado) no es una buena opción para nadie, retornará la estabilidad a los mercados financieros. Si en ese momento España ofrece un gobierno mínimamente estable, podría empezar a cumplirse lo que decía hace poco el reputado gestor de renta variable José Ramón Iturriaga: “éste es el año de la bolsa española, los fundamentales deberían imponerse en 2016”. Esta vez, para bien.

China no frenará a Europa

Una sencilla y contundente cuestión: ¿puede llevarse China por delante el crecimiento europeo y el propio crecimiento mundial? Teniendo en cuenta todo lo expuesto en este post, no lo parece. No hay cambios significativos de la economía china que pongan en duda que está gestionando adecuadamente el cambio de su modelo de crecimiento. Por ello, y siempre que el precio del petróleo no persista en su hundimiento (está ya en niveles insoportables para muchas empresas del sector), creo que debemos mantener una visión positiva y seguir confiando en Europa como expuse la pasada semana en el post sobre las previsiones para 2016