Alemania puede impulsar la bolsa europea

La economía alemana está funcionando. No a pleno rendimiento pero sí lo suficiente para que el país germano haya logrado convertirse en el líder mundial en superávit de la balanza por cuenta corriente (magnitud que recoge las operaciones de comercio de bienes, de servicios y de rentas que se producen entre los residentes de un país y el resto del mundo), superando así a China. El capital acumulado la sitúa en una inmejorable posición como inversor y prestamista para el resto de Europa.

Últimos datos débiles

En la favorable situación descrita llama poderosamente la atención el hecho de que el ahorro alemán supere con creces a su inversión. Este hecho, junto con la ralentización del comercio global, está llevando a que la actividad industrial alemana haya perdido impulso en los últimos meses, como ponen de manifiesto las diversos indicadores. De hecho, el dato de pedidos industriales de julio conocido la pasada semana volvió a decepcionar al crecer menos de la mitad de lo esperado. También los datos de producción industrial retrocedieron. Parece que el patrón de Alemania de exportar mucho más de lo que importa se le está volviendo en contra. Los siguientes gráficos ilustran el retroceso comentado.

 

Necesidad de aumentar el consumo y la inversión

El gran superávit actual en las cuentas alemanas refleja un exceso de ahorro interno frente a la inversión doméstica. Además, Alemania cuenta con un superávit en su presupuesto del 1,2% del PIB. Para aprovechar esta situación y relanzar el crecimiento económico, el país que dirige Angela Merkel tiene dos posibilidades: gastar más o bajar los impuestos. Por ahora parece que su política va orientándose hacia la segunda posibilidad.

Así las cosas, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, avanzó hace unos días una bajada de impuestos de hasta 15.000 millones de euros a partir del año que viene, confiando en que los alemanes aumenten de esta forma el consumo. Detrás de esta medida está también el deseo de frenar el ascenso de la ultraderecha de cara a las próximas elecciones. En la misma línea la canciller alemana reclamaba la pasada semana unidad al resto de fuerzas parlamentarias para hacer frente al avance de Alternativa para Alemania (partido político fundado para luchar contra los rescates europeos y promover la salida de Alemania del euro o la disolución de la moneda única).

Alemania está frenando el desarrollo de la Eurozona

Eso es lo que piensan muchos economistas. Sin profundizar aquí en ese debate, sí que parece obvio que si Alemania hubiera ahorrado menos, parte del dinero habría ido a otros países europeos y no en forma de rescates sino de inversión. Creo que, en estos momentos, con el crecimiento mundial frenándose y muchos de los efectos nocivos del Brexit por definirse, es trascendental que el país germano asuma de verdad su rol de motor de la economía europea y que las infraestructuras y la integración de los refugiados estén entre sus prioridades de inversión, como proclamaba Schäuble a principio del verano. Estas políticas, junto con la mencionada rebaja impositiva, pueden significar mucho para el desarrollo económico del resto de países europeos, especialmente en lo que se refiere al potencial incremento de sus exportaciones hacia el país germano.

Bolsas impulsadas por un mayor crecimiento

Tras la reunificación, Europa ayudó a Alemania con la política de bajos tipos de interés que, por otra parte, no vino bien a España al favorecer el aumento de nuestra burbuja inmobiliaria. Es Alemania la que ahora debe apoyar a Europa y sacarla de la atonía económica en que se encuentra.

Considero que en este giro de la política alemana está la clave para que nuestras bolsas vuelvan a los niveles alcanzados antes del comienzo de la crisis en 2008 (ya superados ampliamente por la renta variable estadounidense). El balance del Banco Central Europeo podría comenzar a aligerarse y la solvencia de la Eurozona en su conjunto mejoraría. Los tipos de interés comenzarían a normalizarse y la banca, cuya buena salud es clave para la estabilidad y el crecimiento, se reactivaría. Como resumen: menos Draghi y más inversión. Las bolsas lo agradecerán.