¿Qué les pasa a las bolsas europeas?

Me refiero por supuesto a Europa, donde el escenario más probable es el de una clara continuidad y mejora del crecimiento en los próximos meses como lo están avanzando los recientes datos macro de varios países europeos con España entre los destacados. Por ello, la caída de la prima de riesgo de la renta variable tiene todavía mucho recorrido, tanto para absorber las posibles subidas de tipos de interés (manteniéndose así baja la tasa de descuento aplicada en el cálculo del precio futuro de las acciones), como para justificar unos multiplicadores algo ajustados respecto a su media histórica.

El oro chino

Desde el punto de vista inversor no recomiendo especular con el oro. No obstante, sí considero conveniente diversificar las posiciones de renta variable en algunos fondos de inversión con perfil multiactivo que cuentan en sus carteras con inversiones ligadas al oro que actúan con frecuencia de cobertura en momentos de caídas fuertes de mercado. No sabemos lo que finalmente va a pasar con Grecia, el posible default y su eventual salida del Euro pero, como siempre apunto, hay que gestionar pensando también en lo inesperado y no sólo en lo improbable.

Fin del bipartidismo, riesgo político y mercados

En balance, el resultado de las elecciones municipales y autonómicas, desde el momento en que puede extrapolarse a las próximas elecciones generales, puede traer inquietud a la comunidad inversora internacional, aunque no creo que para devolvernos el fantasma del riesgo país. Teniendo en cuenta la limitación de la capacidad legisladora de los gobiernos municipales y autonómicos, dudo que en el corto plazo veamos un incremento de la volatilidad en la bolsa española impulsado por el riesgo político. Lo anterior no quita que la variable política pase a tener mayor relevancia en el análisis inversor cuando se valore tomar posiciones en España. Veremos cómo acaba el actual episodio de la novela negra de Grecia. Ahora nos afecta mucho más.

¿Pueden seguir subiendo las bolsas?

Pese a que la bolsa americana acumule siete años de subidas y cuatro la japonesa y la europea, es muy posible que 2015 siga siendo un buen año para las bolsas pero, como ya he indicado más arriba, la dispersión de rentabilidades entre los distintos mercados será elevada. Tras el fulgurante primer trimestre, las valoraciones y expectativas de las empresas, el papel de la divisa y la citada asincronía en el ciclo, obligan a variar la distribución táctica de los pesos de la exposición a renta variable. Hacerlo directamente o vía gestores especializados, y siempre con el debido asesoramiento, depende del inversor. No hacerlo puede suponer perder buena parte del alza del mercado o incluso entrar en negativo si se actúa con ansiedad compradora. Y si no, al tiempo. Si pecan de algo, que sea de prudencia.

¿Son los británicos de derechas?

No creo que el Reino Unido se haya convertido en un país de derechas, sino que sus habitantes, en un ejercicio de madurez democrática, han preferido, en un momento en que existen muchas incertidumbres en la economía global, dar continuidad a unas políticas que han logrado que el país retorne con fuerza la senda del crecimiento económico. De ahí algunas de las reflexiones que el ex primer ministro británico Tony Blair hacía tras la derrota laborista: «debemos dirigirnos a aquellos que dirigen las empresas, no solamente a los que trabajan en ellas…”, “…en el mundo actual muchas soluciones cruzan las fronteras de la izquierda y la derecha tradicionales…”, “…el partido (laborista) volverá a ganar cuando comprenda que el mundo está cambiando y que esos cambios pueden ser utilizados para mejorar la vida de la gente».

Bolsa europea en mayo, ¿aprovecho los recortes?

Como escribía hace unos meses en este blog analizando el posible comportamiento de cada activo en 2015, creo que la renta variable, y dentro de ésta la europea, va a seguir siendo el activo en el que hay que estar este año, pero siempre que sepamos graduar, vía compraventas o mediante derivados, la exposición a él, nos alejemos de manera explícita de los índices para evitar los riesgos del mercado en su totalidad, y utilicemos para ello una buena selección de valores (hay magníficos fondos y sicav que la ofrecen) que cuenten con suficiente margen de seguridad y capacidad de apreciación por la infravaloración de su cotización respecto a su precio objetivo; la ya comenzada temporada de publicación de resultados del primer trimestre está apoyando esta estrategia.

¿Comenzó el pinchazo de la burbuja de los bonos?

Hay varios potenciales detonantes para que la burbuja de la renta fija comience definitivamente a deshincharse. El más evidente es la subida de tipos de interés en EEUU por parte de la Reserva Federal que podemos ver dentro de unos meses. Más a corto plazo, el deterioro que estamos presenciando de las relaciones entre Grecia y el Eurogrupo que podría degenerar en una crisis de la banca griega motivada por la salida de dinero del país, por el incremento de la morosidad y, sobre todo, por la interrupción por parte del BCE del denominado ELA (Emergency Liquidity Assistance), mecanismo de último recurso por el que se inyecta liquidez en las entidades bancarias europeas que están al borde de la insolvencia y que hoy es la única esperanza de los bancos griegos para sobrevivir.

Ralentización china, el otro riesgo

Nadie pone ya en duda que lo que suceda en China es otra fuente de riesgo para nuestros mercados financieros. Y más lo será cuanto mayores dudas ofrezcan las economías occidentales y se incremente la debilidad de los datos procedentes de la economía china. Mejor no perderlos de vista, pues pueden ser el detonante de muchas más cosas, me temo que negativas, de las que ahora sabemos apreciar. Otro riesgo a sumar a los sobrecomprados mercados occidentales. Feliz semana a todos y si de algo pecan, que sea de prudentes.

¿Es lógico tener tipos negativos?

Como he escrito ya tantas veces en este blog, caminamos por territorio desconocido o, al menos, poco explorado. Casi nadie duda de que en el mercado de bonos europeo hay una burbuja. Pero mientras ésta no explote, no podemos considerarla como tal. Cuando ello se produzca, las consecuencias serán muy dañinas para los precios de los activos de renta fija e híbridos a ella ligados. También para la renta variable, pero ésta es mucho más líquida y fácil de cubrir en situaciones de estrés. Sean prudentes y nunca olviden que hasta la tendencia más fuerte, acaba revirtiendo.