¿Qué nos enseña la crisis griega?

Pese a las indecisiones y contradicciones que día a día exhibe la clase política europea, es muy posible que 2015 acabe siendo un buen año para las bolsas, pero con una elevada dispersión de rentabilidades entre los distintos mercados. Las valoraciones y expectativas de las empresas, el papel de la divisa y la asincronía en el ciclo, obligan a variar la distribución táctica en los pesos específicos de la exposición a bolsa. Hacerlo directamente o vía gestores especializados, y siempre con el debido asesoramiento, depende del inversor. No hacerlo puede suponer perder buena parte del alza del mercado o incluso entrar en negativo (la semana pasada el Ibex estuvo varios días en este territorio, tanto en rentabilidad acumulada como en interanual).

Referéndum, demagogia y mercados

La lectura de que el triunfo del “No” en el referéndum griego es un paso para cambiar Europa, es otra de las grandes falacias que el populismo va a querer vender. Esperemos que sean mayoría los políticos españoles que se alejen de esa demagogia y hagan un esfuerzo por transmitir que lo que ha sucedido en Grecia es el mejor ejemplo de cómo se pone en riesgo la riqueza de los habitantes de un país, aunque, en el caso griego, ésta sea cada vez más escasa por la propia incompetencia de sus políticos.

¿Seguro que Grecia no es Lehman?

Llevamos varios trimestres observando cómo los recelos y las discordancias entre los políticos europeos se han dejado de lado y éstos están dando buena muestra de unión y compromiso con la estabilidad financiera y con la recuperación de las economías europeas. La continuidad de esta actitud debería de facilitar que, tras la tormenta inicial en los mercados, vuelva la calma. Pero antes, nos espera una intensa y acelerada semana.

El problema no sólo es Grecia, la FED avisa

No sabemos cómo acabará este enésimo episodio del affaire griego. Creo que, tanto si el desenlace es traumático (impago desordenado de Grecia y abandono del Euro) como en el caso de un nuevo parche a la crisis (reestructuración de deuda y “patada a seguir”), los mercados sobrerreaccionarán a la baja o al alza respectivamente. Una salida ordenada de Grecia de la Eurozona ya está, en buena medida, en precio en estos momentos. Al menos en muchas compañías cotizadas aunque, probablemente, no en el sector bancario, máximo damnificado en un evento de default total de Grecia.

Comprar bolsa española, ¿tiene sentido en este entorno?

Por un lado vemos cómo el dinero de los no residentes busca oportunidades de inversión y consideran a España como una de ellas, tanto en inversión real como financiera. Por otro, los precios relativos de muchas de nuestras empresas cotizadas no son caros en términos de PER y se tornan baratos si los comparamos con la renta fija. Si a ello añadimos la recuperación de la demanda, los menores costes energéticos y la mejora de competitividad de nuestra divisa por la apreciación del dólar, podemos aventurar un crecimiento de beneficios empresariales por encima de previsiones, es decir, lo que le gusta al mercado.

¿Qué les pasa a las bolsas europeas?

Me refiero por supuesto a Europa, donde el escenario más probable es el de una clara continuidad y mejora del crecimiento en los próximos meses como lo están avanzando los recientes datos macro de varios países europeos con España entre los destacados. Por ello, la caída de la prima de riesgo de la renta variable tiene todavía mucho recorrido, tanto para absorber las posibles subidas de tipos de interés (manteniéndose así baja la tasa de descuento aplicada en el cálculo del precio futuro de las acciones), como para justificar unos multiplicadores algo ajustados respecto a su media histórica.

El oro chino

Desde el punto de vista inversor no recomiendo especular con el oro. No obstante, sí considero conveniente diversificar las posiciones de renta variable en algunos fondos de inversión con perfil multiactivo que cuentan en sus carteras con inversiones ligadas al oro que actúan con frecuencia de cobertura en momentos de caídas fuertes de mercado. No sabemos lo que finalmente va a pasar con Grecia, el posible default y su eventual salida del Euro pero, como siempre apunto, hay que gestionar pensando también en lo inesperado y no sólo en lo improbable.

Fin del bipartidismo, riesgo político y mercados

En balance, el resultado de las elecciones municipales y autonómicas, desde el momento en que puede extrapolarse a las próximas elecciones generales, puede traer inquietud a la comunidad inversora internacional, aunque no creo que para devolvernos el fantasma del riesgo país. Teniendo en cuenta la limitación de la capacidad legisladora de los gobiernos municipales y autonómicos, dudo que en el corto plazo veamos un incremento de la volatilidad en la bolsa española impulsado por el riesgo político. Lo anterior no quita que la variable política pase a tener mayor relevancia en el análisis inversor cuando se valore tomar posiciones en España. Veremos cómo acaba el actual episodio de la novela negra de Grecia. Ahora nos afecta mucho más.

¿Pueden seguir subiendo las bolsas?

Pese a que la bolsa americana acumule siete años de subidas y cuatro la japonesa y la europea, es muy posible que 2015 siga siendo un buen año para las bolsas pero, como ya he indicado más arriba, la dispersión de rentabilidades entre los distintos mercados será elevada. Tras el fulgurante primer trimestre, las valoraciones y expectativas de las empresas, el papel de la divisa y la citada asincronía en el ciclo, obligan a variar la distribución táctica de los pesos de la exposición a renta variable. Hacerlo directamente o vía gestores especializados, y siempre con el debido asesoramiento, depende del inversor. No hacerlo puede suponer perder buena parte del alza del mercado o incluso entrar en negativo si se actúa con ansiedad compradora. Y si no, al tiempo. Si pecan de algo, que sea de prudencia.

¿Son los británicos de derechas?

No creo que el Reino Unido se haya convertido en un país de derechas, sino que sus habitantes, en un ejercicio de madurez democrática, han preferido, en un momento en que existen muchas incertidumbres en la economía global, dar continuidad a unas políticas que han logrado que el país retorne con fuerza la senda del crecimiento económico. De ahí algunas de las reflexiones que el ex primer ministro británico Tony Blair hacía tras la derrota laborista: «debemos dirigirnos a aquellos que dirigen las empresas, no solamente a los que trabajan en ellas…”, “…en el mundo actual muchas soluciones cruzan las fronteras de la izquierda y la derecha tradicionales…”, “…el partido (laborista) volverá a ganar cuando comprenda que el mundo está cambiando y que esos cambios pueden ser utilizados para mejorar la vida de la gente».