El debate, para bien, pasa a la Bolsa

El debate no es otro que el de  Value  Growth  (valor o crecimiento) que lleva años siendo una de las principales referencias a la hora de elegir un producto de inversión de renta variable. Creo que es buen momento para retomarlo pues, tras una década de peor comportamiento de la orientación inversora  Value, ésta supera en lo que llevamos de 2021 en  casi un +10%  la rentabilidad de la orientación inversora  Growth  (según datos de  Market Insights  de J.P. Morgan). ¡Cuántos gestores e inversores esperaban este momento! Pero sucede que la dispersión de rentabilidades, ligada a la vaguedad de los citados estilos de gestión, es enorme y muchos inversores mal posicionados se están viendo defraudados.

Deep Value y Quality Value

La inversión en  Deep Value  apuesta por empresas con fuertes caídas, cuyo precio de cotización está muy bajo frente a su valor intrínseco identificando compañías que están infravaloradas  desde un punto de vista fundamental y apoyándose en ello como criterio principal a la hora de tomar o no una posición en un valor, es decir, comprar con el mayor margen de seguridad posible dando poco peso a factores como el momentum o timing de mercado. Esa mala evolución de la cotización puede deberse a distintas situaciones como estados financieros débiles, malas estrategias de negocios, tratarse de industrias golpeadas por el mercado, mala gestión por parte de los ejecutivos, etc.

Distinto al  Deep Value  es el  Quality Value que se centra en empresas de buena calidad, es decir, negocios con rentabilidad favorable, perspectivas de crecimiento, buen posicionamiento de mercado y solidez financiera, que cuentan además con una cotización razonable lo que les da capacidad alcista de acuerdo con el cálculo de su precio objetivo a futuro.

Invertir en empresas de calidad suele garantizar  en el tiempo retornos altos, dividendos y un aumento casi constante en la valoración de la compañía. Como contrapartida, el precio de compra de una empresa de calidad suele ser más elevado y el inversor debería seleccionar aquélla con  mejores perspectivas al mejor precio.

Por su parte, la ahora denostada inversión  Growth  busca empresas en expansión que operan en sectores en evolución, a menudo experimentando cambios estructurales, y que ofrecen un producto/servicio de  gran valor añadido  (tecnología y lujo serían sus máximos exponentes). El índice americano  Nasdaq  sería su mejor escaparate y, ¡atencion!, en estos momentos su rentabilidad acumulada en el año es negativa siendo el de peor comportamiento entre los indicadores bursátiles de países desarrollados.

¿Por qué sube la inversión  Value  y cae el  Growth?

La  recuperación económica  que traen el gasto público, más deuda y estímulos monetarios en general beneficia a la inversión en  Value  y por eso se produce una rotación de compañías de crecimiento hacia otras más cíclicas y más atractivas por valoración. Un entorno de mayor crecimiento debería conllevar más inflación y la rentabilidad de la deuda está reaccionando a ese escenario. Con tipos más altos, la valoración de los beneficios futuros de las compañías traídos al presente es menor y por tanto sus valoraciones también. Pero en el caso de las compañías cíclicas, esa penalización se compensa de sobra con el factor positivo de mayor crecimiento en el entorno descrito.

De hecho, la subida de la rentabilidad del bono a 10 años americano está acelerando el movimiento de caída en el citado índice Nasdaq (-7% desde los máximos de febrero) y aquellas temáticas que se habían beneficiado de tipos bajos y del confinamiento,  stay at home stocks, profundizan en sus caídas. Por otro lado, autos, bancos, materiales, petroleras y, en menor medida, inmobiliarias y turismo, son favorecidas por los flujos de entrada.

Retos de este tipo de inversión

Hoy se trata de saber  manejar las expectativas sobre la evolución del ciclo, muy dependiente de la distribución y aplicación de vacunas, y no dejar de lado empresas de  sectores vinculados a la transición energética, a la lucha contra el cambio climático, al  healthtech  (tecnología ligada a la salud) y al desarrollo de la inteligencia artificial, sectores que pueden parecer más caros pero que están vertebrando el crecimiento global y van a seguir haciéndolo.

¿Cómo aprovechar el momento del  Value? 

Hay numerosos fondos de gestoras de primera fila tanto españolas como  Augustus  con Lierde y ahora Cervino  de bolsa global o Magallanes con Iberian y European Equity, como extranjeras con  MFS  y su European Value o el francés  Mandarine Valeur  líder en rentabilidad en su segmento en la actualidad o  Robeco  en bolsa americana, por citar algunos casos. Como siempre, aunque la tendencia sea favorable, seleccionar con acierto es indispensable.

Asesórense bien y sean prudentes.

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