¿Corrección o cambio de tendencia en las bolsas?

El reciente incremento de la volatilidad de la renta variable motivado por sus fuertes caídas obliga a reflexionar sobre sus causas y su posible continuidad. La fatiga de los inversores ante la timidez de las medidas de algunos gobiernos europeos para salir de la recesión (Italia y Francia especialmente) y las dudas sobre el crecimiento incitadas por las últimas declaraciones provenientes del FMI, ha provocado cierta sobrerreacción de los mercados traducida en una espiral de ventas durante la pasada semana.

No creo que se haya producido evento alguno que justifique la fuerza de las caídas, más allá de la propia evolución de las bolsas donde el sentimiento siempre influye y que en estos días pasados se ha tornado especialmente negativo. Expondré esta visión en tres puntos:

  • El temor a la desaceleración económica existe desde hace meses y de ahí el mantenimiento-intensificación de la política monetaria expansionista de los bancos centrales. No sabemos hasta qué punto la actuación de éstos va a ser suficientemente efectiva para relanzar el crecimiento. Pero sí constatamos que EEUU crecerá en 2015 por encima del 3%, que Japón puede todavía apoyarse en sus abenomics y que la Eurozona, pese al lastre de Italia y Japón y el momentáneo parón de Alemania, es hoy una economía que ha mejorado su competitividad, está reparando los circuitos crediticios y va a embarcarse en políticas fiscales menos restrictivas durante el próximo año.
  • En general, el precio de las acciones no es elevado si consideramos que su prima de riesgo sigue por encima de la media (su expectativa de retorno anual es superior en un 7%-8% a la Deuda Pública), que el PER de las principales bolsas se mueve en el entorno de su media histórica y que muchas empresas cotizadas siguen mejorando su rentabilidad y solvencia, haciendo crecer sus beneficios un 8%-10% anual en 2014-16 y aumentando la remuneración a sus accionistas.
  • Por todo lo anterior, no veo la situación actual como un cambio de tendencia y el ciclo bursátil debería continuar mientras sigan creciendo los beneficios de las sociedades cotizadas y las primas de riesgo sean altas. La Renta Fija no es una alternativa de inversión salvo como activo refugio en determinados momentos o, claro está, si el fantasma de la vuelta a la recesión toma cuerpo de nuevo.

No obstante, como el propio crecimiento de las economías, también la magnitud de una eventual recuperación de las cotizaciones será diferente en función de países, sectores y compañías. Diversifiquen y seleccionen, geográficamente y en estilos de gestión, pues se pasa menos mal cuando todo cae y se tiende a sacar antes la cabeza cuando, en el plazo, el mercado se normaliza. Pero tampoco olviden que la prudencia siempre es un buen aliado, especialmente cuando el margen de error, que siempre existe, se incrementa hoy porque, en muchos aspectos, caminos por territorio desconocido como contaba el pasado septiembre en este blog .

Si no se está cómodo con esta volatilidad, mejor dejar la bolsa de lado y pagar el precio que, en forma de ausencia de retorno, cuesta hoy lograr la protección del patrimonio en un entorno de tipos de interés ultra bajos como el que seguiremos teniendo durante un tiempo.

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