Puntos negros de los partidos en economia

Más allá del planteamiento habitual de  “izquierda más impuestos y gasto versusderecha menos impuestos y gasto”, los  programas económicos que nos cuenta Expansion.com  de los principales partidos políticos que se presentan a las Elecciones Generales del próximo 28 de abril contienen algunos elementos que, a mi juicio, son especialmente negativos para el buen funcionamiento del sistema financiero y para los intereses de ahorradores e inversores.

PSOE:  más impuestos

Aparte del mencionado karma de la izquierda de mayor presión fiscal (de hecho el PSOE, si gobierna, prevé volver a presentar los  Presupuestos Generales rechazados por el Congreso ya tratados en este blog), el programa socialista incluye las denominadas  tasas Google y Tobin, ligadas a las transacciones por internet y a determinadas operaciones financieras. El que piense que en ambos casos no habrá una repercusión, total o parcial, para el usuario del servicio que se trate, es un iluso desconocedor del funcionamiento de las grandes empresas.

Podemos:  más impuestos y menos ahorro

Además de contar con un modelo 2.0 de subida de impuestos y gasto respecto al del PSOE, la intención de Podemos es  acabar con la fiscalidad favorable de las Instituciones de Inversión Colectiva  (Fondos y Sicav, especialmente éstas) y, atención, de las  Socimi  (equivalentes a los REITs europeos). Éstas últimas son una de las claves para la recuperación del sector inmobiliario en España, fundamental para nuestra economía, y tienen la especialidad fiscal de no tributar por los ingresos de alquiler de los inmuebles en propiedad siempre que éstos se distribuyan a sus accionistas. Éstos pagarán en su sede fiscal los impuestos que la Socimi se ha ahorrado.

No entiendo por qué estas sociedades no son del agrado de este partido político (tampoco el caso de los Fondos y  Sicav) cuando  hay ahorradores de todo tipo, pequeños, medianos y grandes, que tienen en su patrimonio acciones o participaciones en estos vehículos de inversión y, además, en el caso de las Sicav y de las Socimi, su obligada cotización en Bolsa contribuye a una mayor transparencia y eficiencia para el ahorro y la inversión.

PP:  contagio en la obsesión con las Sicavs

Bien sea porque en su día alguien lo introdujo torpemente en su programa y ahí ha quedado en el olvido o bien por ese habitual intento de la derecha de parecerse a la izquierda, el Partido Popular también arremete contra el régimen de las Sicav buscando, dicen, “garantizar que estas sociedades se utilicen como instrumentos de inversión colectiva”. Por ello, dice su programa que sólo se computarán a efectos del número  mínimo de 100 accionistas  a aquéllos que tengan una  participación superior al 0,55%.

Como contaba de nuevo en este blog a principio de año, las Sicav están reguladas por las Directivas europeas desde hace más de 30 años y en ellas se establecen los requisitos que debe reunir este vehículo de inversión, existente en todos los países de Europa. Además de los exigencias ahí establecidas (transparencia, supervisión y diversificación, entre otras), las Sicav españolas  ya tienen un régimen más riguroso pues deben contar con ese número mínimo de cien accionistas, requisito éste no previsto en la Directiva ni en la práctica totalidad de países europeos (solo Portugal cuenta con un requisito similar). ¿Por qué complicar algo que funciona con normalidad en toda Europa?

Cs:  voluntarismo con las start up

En el programa de Ciudadanos, me llama la atención una medida que promete la exoneración del Impuesto de Sociedades a las  start up durante dos años. Este tipo de compañías, lamentablemente infrecuentes  como explicaba escribiendo sobre los unicornios hace pocas semanas, no necesitan precisamente una medida de este tipo (tardan mucho en ganar dinero pues solo cerca del 10% consiguen superar los tres primeros años desde su creación), sino más bien  otras ligadas a deducciones en las cuotas de la Seguridad Social  y más ayudas en esta línea.

VOX:  sostenibilidad del sistema fiscal puede verse afectada

Es sin duda loable la vocación de reducción de impuestos de todo tipo que plantea VOX en su programa. Sin embargo, tengo dudas sobre si la reducción en la recaudación a la que aspira sería compatible con el mantenimiento del gasto público en muchas áreas fundamentales, aún disminuyendo y ajustando éste en diversos aspectos superfluos como se propone, y, sobre todo, si permitiría mantener la capacidad de repago  del Reino de España necesaria para la indispensable atención del servicio de Deuda. Todo es hacer números…

Las elecciones de la dispersión del voto

Veremos qué sucede en las próximas elecciones y qué políticas acaba implementando el Gobierno resultante, sin descartar, como parece que muchos olvidan, la  posibilidad de repetición  de la cita electoral por imposibilidad de creación de un ejecutivo viable. No sería la primera vez como ya vivimos hace unos años en el fallido último Gobierno de Rajoy. En todo caso, por ahora, lo mejor es  conocer a qué aspira cada partido y,  después,  a cada cual lo suyo.

Asesórense bien y sean prudentes.