Pautas de navegación y otros consejos de inversión

El entorno actual para los mercados financieros es  aparentemente propicio  y la estabilidad caracteriza a las Bolsas que se mueven con cierta lateralidad alcista. Aunque va por barrios, como sabemos: por un lado, energía, materias primas y financieras muy destacadas y, por otro, tecnología y salud muy rezagadas; y por zonas geográficas, occidente, especialmente Europa, subiendo con fuerza, y emergentes, en acciones y bonos, atravesando dificultades lastrados todavía en varias áreas por los efectos de la pandemia y el lento proceso de vacunación. En este contexto se hace necesario, a mi juicio, no olvidar algunas pautas de inversión para navegar en el siempre agitado mar financiero así como ser precavido ante ciertos riesgos que siguen muy latentes. Lo resumiré en cinco puntos.

1- La  recuperación de la economía de EEUU  está siendo muy vigorosa y prueba de ello es que  la capacidad utilizada en la industria está acercándose al nivel previo a la pandemia y su PIB confirmó esta semana el crecimiento del +6,4% trimestral a la vez que el consumo de los hogares creció a ritmos del +11,3% trimestral anualizado. No obstante, las autoridades monetarias y políticas no se fían y prueba de ello es que han rebajado al 15% su propuesta de impuesto de sociedades global desde el tipo del 21% planteado en en el marco de las conversaciones entre el gobierno americano, la OCDE y el G-20. La intensificación de las ayudas públicas a la economía (próxima aprobación del Plan de Infraestructuras por 1,3 billones de dólares lo que aumenta el presupuesto de gasto total a 6 billones de dólares) y los erráticos datos de desempleo son también buenos ejemplos de que a la economía estadounidense todavía le queda camino por recorrer para dejar verdaderamente atrás los efectos de la pandemia. Los resultados empresariales del presente segundo trimestre deberán mostrar fortaleza pues en caso contrario los múltiplos bursátiles serán tan elevados que será fácil que veamos el esperado por muchos  retroceso en los índices bursátiles  americanos de entre un 10 – 20%.

2- Por su parte,  China  sigue progresando y de ahí que la  apreciación del Yuan  alcance máximos de los últimos 3 años frente al Dólar y supere un +10% en lo que va de año, impulsado por la recuperación económica del país y la entrada de capital extranjero. No hay duda de que China y otros países asiáticos seguirán siendo la locomotora económica global y vivirán las transformaciones estructurales más potentes. Tanto en acciones como en bonos son los  mercados donde hay que estar invertido. La vuelta de las tensiones comerciales entre la Administración Biden y las autoridades chinas (¿pero no era Trump el malo?) no debería ser un impedimento para que el avance asiático continúe. Una buena muestra del poderío asiático es el fenómeno de la industria de  semiconductores  que como la  gestora Capital Group bien explica  pueden convertirse en el  nuevo petróleo.

3- Los mercados financieros siguen confiando en el  mensaje de la FED sobre la inflación  y creen que ésta debería de empezar a moderarse en Estados Unidos a partir de junio (y del otoño en Europa), permitiendo a los bancos centrales mantener sus planes de normalización gradual y parcial de las políticas monetarias expansivas. Ello permitirá al precio de los bonos dejar de sufrir pero creo que solo momentáneamente pues el alza paulatina de las curvas de tipos de interés lastrará los retornos de los bonos de mayor calidad tanto soberanos como privados. Por ello,  mejor mantenerse alejado de este tipo de inversión salvo  en sus modalidades de flotantes, de parte del segmento de bonos ligados a inflación y de los bonos emitidos por el sector financiero cuya solvencia y mejora del sentimiento en torno a los bancos hace que el atractivo de los   CoCos AT1  haga obligada su presencia en cartera si se quiere lograr un mayor retorno de la parte de renta fija de la cartera.

4- Como recordaban recientemente los analistas de  UBS, el atractivo potencial alcista de las acciones globales y sus crecientes dividendos hace aconsejable mantener la  sobreponderación de la renta variable  con una tendencia alcista liderada temporalmente por el  estilo value  y sectores cíclicos, sin dejar de tener exposición a las grandes tendencias ligadas a los avances tecnológicos (The Next Big Thing: Healthtech, Fintech, Greentech y 5G).

5- Más allá de modas y voluntarismos por parte de políticos y de muchos actores del sector financiero, la  búsqueda de la sostenibilidad  debe ser un sello permanente en cualquier inversión que nos planteemos. Como escribía en este blog a finales del pasado año, una buena elección de vehículos de inversión que sigan el criterio  ESG  (acrónimo en inglés de  Environmental, Social and Governance  – medio ambiente, social y buen gobierno en español –  que se utiliza para definir las mejores prácticas ambientales, sociales y de gobierno de una empresa) en la selección de los activos de su cartera y dejen de lado el cada vez más frecuente  «ecoblanqueo»  o  greenwashing,  se ha convertido en movimiento indispensable y nuclear en cualquier cartera de inversión ya que lo  «verde»  y lo sostenible van a ser las variables que más rentabilidad y crecimiento generen en el futuro. Y, más allá de tendencias y de una obligada contribución a la calidad de nuestro entorno y a las buenas prácticas empresariales, no olvidemos que si muchos compran lo mismo,  su precio inexorablemente tiende a subir.

Asesórense bien y sean prudentes.

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