Carteras equilibradas, ahora o nunca
Después de un largo camino por el desierto de los tipos de interés a cero/negativos y tras un año 2022 con resultados nefastos para las carteras que combinaban acciones y bonos (directamente o vía fondos de inversión), en estos momentos una cartera equilibrada entre renta variable y renta fija muestra una satisfactoria expectativa de rentabilidad ajustada al riesgo siempre que la selección dentro de cada tipo/categoría de activo sea la adecuada. Ya se sabe que las acciones tienden a generar rentabilidad a largo plazo y los bonos a reducir su consabida volatilidad facilitando retornos estables y minorando la citada volatilidad intrínseca a las Bolsas.