Todas las miradas están puestas esta semana en la Fed estadounidense, no tanto por sus medidas (seguramente bajará 0,25% más su tipo de interés de intervención), sino por su mensaje que marcará la evolución del mercado.
En estos momentos, el repunte bursátil navideño está protagonizando un (tentativo) resurgimiento aunque la economía en EEUU muestre señales contradictorias: parece que el crecimiento se consolida pero aumenta el estrés de los consumidores mientras que el sector inmobiliario da señales de recuperación. Un poco de todo, como siempre.
¿Qué hacer ahora en las Bolsas?
Todo se resume en cuatro palabras: tener una gestión activa. Contar con gestores/asesores que muevan con criterio los pesos y los tipos/subtipos de activo de una cartera en cada momento acaba siendo un elemento diferencial. Y a continuación explico por qué:
- A la hora de invertir en renta variable, hacerlo en los momentos /ritmos oportunos es crucial para el éxito de las inversiones; frente a una gestión activa de calidad, las estrategias estáticas de compra y mantenimiento suelen tener un rendimiento inferior debido a los ciclos del mercado y a las recesiones prolongadas.
- Las señales actuales favorecen a las acciones y sectores de valor, como el consumo básico, la sanidad, los autos y la biotecnología, mientras que la tecnología muestra cierta debilidad a corto plazo.
- Un buen análisis de esas señales específicas del mercado, del sector y de las propias empresas cotizadas mejora la rentabilidad ajustada al riesgo, ofreciendo marcos de actuación más estables y con mayor expectativa de rentabilidad tanto para los inversores a largo plazo como para los tácticos.
En definitiva, actualmente, después de trimestres de parón bursátil del ecosistema inversor value, las estrategias de cartera basadas en un enfoque en compañías de valor (cotizaciones por debajo de sus precios objetivos) y sólidos fundamentos empresariales pueden ofrecer una más que aceptable rentabilidad mientras vamos conociendo más datos macroeconómicos y corporativos que nos faciliten preparar con más seguridad la estrategia de cartera para 2026.
El nuevo presidente de la Fed llegará pronto y el mercado le espera ansioso
Kevin Hassett es el principal candidato a la presidencia de la Reserva Federal. Es director del Consejo Económico Nacional y un estrecho aliado de Trump. Es coautor del libro Dow 36.000, publicado en 1999, en el que sostiene que las acciones deberían cotizar mucho más alto porque son más seguras de lo que se suele pensar. El valor de cierre del índice Dow Jones cuando se publicó el libro era de unos 10.200 puntos y hoy está cerca de 48.000.
Su posible nombramiento se produce en un momento en el que se prevé que el crecimiento del PIB estadounidense sea de alrededor del 2,1% el próximo año y la inflación del 2,2%, si bien podría ser más persistente de lo que sugieren las previsiones, condiciones que no respaldan claramente las bajadas de tipos que desea Trump. Por lo tanto, la proximidad de Hassett a Trump planteará dudas sobre la independencia de la Fed, un principio fundamental para una política monetaria creíble y para la estabilidad económica a largo plazo.
Y mientras en Europa…
La economía de la Eurozona volverá a crecer modestamente el próximo año con cierta recuperación cíclica pero muy lenta. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB crezca un 1,2% este año 2025 y se ralentice hasta el 1,1% en 2026. El FMI también prevé que la inflación se mantenga en el objetivo del 2% y que se modere hasta el 1,7 % en 2026, lo que podría abrir la puerta a algún ulterior recorte de tipos por nuestra autoridad monetaria que acumula ya 8 bajadas en los dos últimos años.
Pobre crecimiento para nuestro entorno aunque la economía alemana se vea respaldada por un estímulo fiscal de magnitud histórica, lo que sumará pero no impulsará automáticamente de manera significativa el crecimiento en el resto de la Eurozona. En economía, a diferencia de en los mercados financieros, la causa-efecto automático no existe, aunque la inercia progresiva, positiva en este caso, acabe por imponerse.





