Vértigo post-electoral para la inversión

Aunque gobierne un bloque de izquierdas, no creo que se produzca ninguna variación en los compromisos de déficit y de deuda que España tiene con la Unión Europea. Tampoco en la posición de nuestro país en cuestiones clave ligadas a nuestra economía como la pertenencia a la Eurozona y a la Unión Bancaria. Tenemos, felizmente, suficiente dependencia de Europa, incluido el dinero que le debemos, como para hacer cambios relevantes en nuestro sistema que no estén bien vistos por Merkel y Draghi. Sin embargo, sí que podríamos ver retrocesos en la flexibilización del mercado laboral que podrían lastrar el crecimiento económico de nuestro país.

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Caídas en las bolsas: ¿pasó el día de la marmota?

Leía hace unos meses un análisis de Mark Burguess, director de inversiones en la gestora Columbia Threadneedle, quien recordaba el inolvidable episodio de la película “Atrapado en el tiempo”, también conocida como “El día de la marmota”, en el que su protagonista, un joven Bill Murray, experimentaba cada día una repetición de los eventos ya sucedidos el día anterior. Y así siempre… hasta que sucede algo que hace cambiar el destino.
Burguess hacía una analogía entre el film y los mercados financieros aludiendo a tres cuestiones que se vienen repitiendo de forma persistente en 2015: la subida de tipos de interés por la Reserva Federal, el menor ritmo del crecimiento global y la ralentización del crecimiento en China. Yo voy a añadir una cuarta variable a la que podemos aplicar el mismo paralelismo, pues su ocurrencia se ha reiterado durante los pasados trimestres y ahora, aparentemente, ha dejado de suceder. Me refiero, claro está, a las intervenciones del Presidente del BCE, Mario Draghi, y las consiguientes reacciones: alzas en las bolsas y caída del Euro. Pues bien, visto lo acaecido durante los últimos días, parece que hemos salido del día de la marmota de Draghi/mercados. ¿Qué ha pasado que ha hecho virar el destino?

Vuelve Draghi, ¿qué harán los mercados?

El gran damnificado de la actuación del BCE puede ser el sector bancario, por el incremento del coste de mantener el exceso de reservas en su banco central. Pero sólo en principio, ya que si los efectos de las medidas tomadas van confirmándose, aquellos bancos con suficiente solvencia y capacidad de financiar podrán incorporarse más fácilmente al positivo avance del ciclo económico.
La gran beneficiada de una actuación del BCE como la descrita será la renta fija, tanto la soberana como, muy especialmente, la emitida por empresas privadas. Las bolsas, como mínimo, incrementarán su atractivo sobre los bonos, lo que puede suponer nuevos flujos de entrada en los mercados de acciones europeos y subidas de sus índices.

¿Han caído para siempre los BRIC?

De hecho, tras las fuertes caídas de 2015, podríamos estar ya ante algunas oportunidades de inversión claramente aprovechables siempre que la aversión al riesgo del inversor así lo permita. Lo consultaba hace unos días con la responsable en España de la gestora Aberdeen, grupo financiero escocés que cuenta con un nivel de expertise diferencial en esta materia, quien exponía el atractivo inversor de la renta fija emergente (mejor, por ahora, en divisa fuerte que en local), a la que consideraba como el activo más barato y con mayor potencial en estos momentos. A diferencia de otros activos, en este tipo de inversión, la subida de tipos por parte de la FED puede marcar el comienzo de su recuperación.

Los mercados tras el terror en París

Los efectos económicos de lo sucedido en Francia tendrían que ser limitados y su negativa repercusión financiera debería de quedar en algo superficial y transitorio. Es más, si de lo sucedido se deriva una mayor unión e impulso de las acciones concertadas entre los Estados europeos (junto con EEUU), una vez absorbido el primer shock, los precios de acciones y bonos podrían rebotar por el componente de refuerzo de la confianza que implica una Europa más unida.

¿Es Ciudadanos un factor positivo para los mercados?

No sé si Ciudadanos, bien sea apoyando a uno de los dos partidos políticos hasta ahora mayoritarios en España o bien sea recibiendo el apoyo de uno de ellos o de los dos (esto sí que sería un verdadero Gobierno de concentración), será el kingmaker como lo denomina el analista de Gavekal. Pero de lo que sí estoy plenamente convencido es de que su concurso en las elecciones reduce enormemente el riesgo de que en España suceda algo parecido a lo que acaba de ocurrir en Portugal.

Cuentas en el extranjero, ¿fraude o refugio?

La razón es sencilla: la búsqueda de seguridad jurídica. Aunque la probabilidad de presencia de la izquierda radical en el próximo Gobierno de España sea muy baja, los programas de todos los partidos políticos contienen conceptos y planteamientos que, en una u otra medida, comportan ciertas dosis de inestabilidad jurídica para nuestro sistema. Desde la “tasa Tobin” (que acabarían pagando los clientes bancarios), pasando por las modificaciones del régimen de las sicavs, hasta los cambios impositivos en la tributación de sociedades que afectarían a la banca española.

La sicav, ese oscuro objeto del mosqueo

Para los que tras haber leído todo lo expuesto, sigan pensando que las sicavs, por su tratamiento fiscal, son un paraíso fiscal para grandes patrimonios, recordaré que en nuestra normativa contamos con otros regímenes fiscales de instrumentos de ahorro que son igual o más beneficiosos que el de los fondos y sicavs, especialmente los ligados a determinados tipos de seguros. Sin embargo, éstos no acostumbran a ser foco de controversia alguna, lo que me parece razonable pero no deja de ser peculiar.
Como conclusión final, les invito a responder a esta pregunta: ¿se está con las sicavs dando un trato de favor al rico del habano?, ¿o realmente lo que la ley española está promoviendo es el ahorro de la mayoría mitigando dobles y triples tributaciones? Sin duda, para mi, es esto segundo. Pero cada uno que opine.

China no defrauda, al menos por ahora

Para empezar, se incrementa la probabilidad de que la Fed acometa ya este año la primera subida de tipos de interés, aunque sea mínima. Seguramente no será en su reunión de final del mes de octubre, pero sí en la de diciembre. Si la Fed se decide, creo que las bolsas pueden repuntar en la última parte del año y los precios de los bonos corporativos, especialmente los de alto rendimiento (high yield), muy castigados durante los últimos meses, también podrían subir de precio por la reducción de los diferenciales de crédito en un entorno de mayor confianza en el que se aleja el riesgo de vuelta a una recesión.

Se dejarán de lado, al menos por unas semanas, los malos augurios que el banco francés Société Générale manifestaba hace unos días ponderando al 30% el escenario de hundimiento de las bolsas si el crecimiento del PIB chino caía al entorno del 3%. En todo caso, la fragilidad del mediocre ciclo económico en que nos encontramos va a continuar y, pese a la preferencia por la inversión en renta variable, la selectividad y máxima diversificación en los activos de inversión, la graduación del riesgo y la utilización de coberturas, van a continuar siendo herramientas imprescindibles para seguir caminando por este siempre incómodo territorio que son los mercados financieros.

¿Quién mueve los mercados?

No sabemos cuándo comenzarán a subir los tipos de interés americanos, pero estoy convencido de que Yellen sabrá medir tanto el tempo como el mensaje que acompaña a sus actuaciones y creo que los mercados lo asumirán sin grandes estridencias. China debería también cumplir su parte promoviendo una mayor relajación monetaria. Finalmente, los resultados empresariales de las grandes empresas cotizadas comenzarán, en el corto plazo, a escribir la sentencia, que espero sea propicia, de la evolución de las bolsas en 2015. Posicionarse, en función de todo ello, en los activos financieros adecuados, es obligado.