Paramés, gestión activa y acierto inversor

Participé hace unos días como ponente en el Funds Experts FORUM 2016, brillante evento organizado por iiR sobre las últimas novedades en Fondos de Inversión. Hubo dos materias que concentraron buena parte de las exposiciones: el auge de la gestión alternativa en el entorno de los tipos de interés a cero (cuestión que he tratado en varias ocasiones en este blog) y la gestión activa en España dentro del auge de las gestoras independientes. Sobre esto último, glosando algunos de los últimos sucesos del sector y la perspectiva de la renta variable, versará este post.

INFLACIÓN, OTRO MOTIVO PARA VENDER BONOS

A muchos les llamará la atención el título de este post. ¿No vivíamos en Occidente en un mundo sin inflación o el bajo nivel de precios era algo pasajero?, se preguntarán algunos. Más bien lo segundo, me temo. No sólo va a ser el estallido de la burbuja de los bonos con rentabilidades bajísimas o negativas y precios inflados lo que va a deteriorar la rentabilidad conseguida hasta ahora por muchos inversores en renta fija, también lo será el regreso del principal enemigo del bonista: la inflación.

LONG TRENDS, ¿CAMBIO EN LA INVERSIÓN?

Las grandes ideas de inversión a largo plazo (long trends) son probablemente una de las materias financieras que más llaman la atención a inversores y gestores. Se trata de dinámicas de crecimiento estructural que vertebran el avance de la humanidad en muchos campos. Sucede que la tendencia habitual de numerosos inversores que ponen su dinero en compañías cotizadas consiste en seguir su comportamiento bursátil muy de cerca y con una visión cortoplacista, tanto que la mayoría de las veces venden sus posiciones al poco de llegar las caídas. Esto, cuando se invierte en una de estas tendencias, es una gran equivocación.

¿AGUANTARÁ LA BOLSA USA EN EL 4T?

He citado alguna vez en este blog la figura de Barry Ritholtz, financiero y columnista de Bloomberg. Su conocimiento del mercado de valores estadounidense me hace traerlo de nuevo a un post para, glosando algunos pasajes de su reciente artículo titulado Bullish News From Wall Street’s Bearish Seers («noticias alcistas de los agoreros de Wall Street»), dar mi visión sobre lo que puede suceder en la bolsa americana a lo largo de los próximos meses. Creo que es aquí, más que en la situación de la banca europea, donde se encuentra el factor clave para la evolución de nuestros mercados más cercanos en el último trimestre del año que ahora comienza.

UNA SOLUCIÓN (DE INVERSIÓN) A LA BURBUJA DE BONOS

Citaba hace una semana en este blog algunas de las alternativas de inversión que pueden protegernos de los efectos negativos de un eventual estallido de la burbuja de renta fija en la que se mueven los bonos emitidos en los países desarrollados (especialmente en Europa). Tuve la oportunidad de escuchar hace unos días a Aref Husain, jefe de renta fija de T. Rowe Price, gestora de fondos que fue reconocida por Morningstar como la mejor en renta fija en 2015. En su conferencia, Husain exponía su visión para este tipo de activo, la renta fija, en el que se ha desvirtuado la percepción del binomio rentabilidad/riesgo, y una solución de inversión para el complejo entorno actual que voy a glosar en este post.

UNA ACCIÓN NO ES UN BONO

Pocos dudan de que exista una burbuja en los precios de la renta fija de los países desarrollados (EEUU, Unión Europea y Japón) que ha conducido la rentabilidad de buena parte de sus bonos, soberanos y privados, a terreno negativo. En cambio, la gran incógnita con que nos encontramos es la de descifrar cuándo estallará esa burbuja y cómo lo hará. No lo sabemos. Existen factores exógenos, como las compras de los bancos centrales y las fuerzas deflacionistas de la economía global, que dificultan encontrar la respuesta a una pregunta ya de por si difícil, pues no olvidemos que no son sólo la oferta y demanda las que hoy determinan el precio de los bonos.

Alemania puede impulsar la bolsa europea

La economía alemana está funcionando. No a pleno rendimiento pero sí lo suficiente para que el país germano haya logrado convertirse en el líder mundial en superávit de la balanza por cuenta corriente, superando así a China. El capital acumulado la sitúa en una inmejorable posición como inversor y prestamista para el resto de Europa. Menos Draghi y más inversión. Las bolsas lo agradecerán.

Renta Fija, las tres “D” y el “gran Japón”

Si hay un activo difícil de gestionar en el entorno de tipos a cero/negativos y otras distorsiones financieras varias en que vivimos, ése es la renta fija. Tuve la oportunidad de escuchar recientemente a Mondher Bettaieb-Loriot, responsable de la gestión de renta fija en el grupo financiero suizo Vontobel. Su presentación me llamó poderosamente la atención. El mundo de la gestión de activos se mueve cada vez más hacia los extremos, tanto en acciones como en bonos, y se agradece la serenidad de un análisis pegado a la realidad y alejado del tremendismo. Glosaré brevemente en este post algunas de las ideas que Bettaieb-Loriot expuso y extraeré algunas conclusiones que creo relajarán a los que ven el apocalipsis financiero a la vuelta de la esquina.

Bolsas, inversión y artificios

No estamos en un escenario de crecimiento fuerte y global, sino de debilidad y dispersión en la evolución de las economías de las distintas zonas mundiales por los diferentes momentos del ciclo en que se encuentran, con dudas crecientes sobre la economía de EEUU y unos datos que vienen de China que son un permanente catalizador de volatidad. En este complicado entorno, el mercado debe tender a favorecer a aquellas empresas con mejor perspectiva en su cuenta de resultados y que realmente están creando valor para sus accionistas.

Por ello, y dado que en España hay algunos excelentes gestores (Uguet, Iturriaga, Lastra, entre otros) que lo llevan haciendo durante muchos años, si se quiere de verdad tomar una posición en renta variable, es esencial focalizar la inversión en empresas que crean riqueza en mayor medida de lo que les cuesta el capital que utilizan. Hacerlo así no es una garantía de éxito en el corto plazo, pero sí facilita una elevadísima probabilidad de ganar dinero al cabo del tiempo.