¿Dónde estamos tras la (teórica) desescalada?

Debemos reconocer que, al menos en el corto plazo, con un parpadeo de Trump, los mercados saltan y la confianza, aparentemente, comienza a recuperarse. Así lo ven diversos analistas de ese país y de ahí que las últimas declaraciones del presidente hayan provocado un repunte de la renta variable, una subida del precio de los bonos y una recogida de beneficios en el oro, activo refugio por excelencia en los últimos trimestres.

No obstante, me temo que lo que estamos viviendo se trata más bien de retórica poco respaldada por datos y que no es fácil que parte del daño que en la economía global está causando el personaje vaya a ser sencillo de reparar.

De hecho, el FMI ha recortado hace unos días su previsión de PIB global y eleva al 40% el riesgo de recesión en EEUU. Según estimaciones del análisis de Banca March, cada punto porcentual de caída en las previsiones del PIB suele implicar una revisión de -5% a -6% en los beneficios por acción del índice S&P 500. Las estimaciones de enero preveían un crecimiento del 2,3%, pero la guerra arancelaria podría restarle entre 0,7% y 1%, forzando recortes en las proyecciones actuales de +13,2% para 2025 y +14,4% para 2026 (según datos bottom-up de Standard & Poor´s).

Siguiendo el argumentario, incluso asumiendo un crecimiento de beneficios más conservador (+6%/7% en 12 meses) y aplicando el PER medio de 18,5x de la última década, el valor razonable del índice rondaría los 4.829 puntos, lo que supondría una ulterior caída de más del -12% con respecto a su nivel actual.

Alemania, por su parte, ha recortado también su previsión de crecimiento para 2025 en medio de la guerra y las tensiones comerciales. La bolsa europea que es, felizmente, un oasis de rentabilidad hasta ahora (sobre todo en comparación con la americana) lo notará para mal, salvo que las bajadas de los tipos de interés que el BCE va decretando (cuatro ya en 2025) ayuden lo suficiente para compensar la pérdida de tracción de la economía germana.

Pautas a seguir ahora en una cartera de inversión

Aunque la volatilidad persistirá un tiempo, hasta el verano probablemente, y las previsiones de beneficios seguirán ajustándose, gran parte del deterioro ya está en el precio. Las medidas más perjudiciales para los inversores (inmigración, aranceles) han sido anunciadas y se van matizando. Por ello, la segunda mitad del año debería de estar marcada por mensajes más favorables para los mercados, como desregulación y rebajas fiscales en EEUU, y generar cierto impulso económico.

Con todo, algunas de las pautas a seguir que recomiendo en estos momentos:

  • Evitar ventas de activos de riesgo durante las potenciales fases de caídas.
  • No incrementar el peso de dólares aun habiendo caído este un 11- 12% desde comienzo de año (no está actuando de valor refugio, primera vez que esto sucede en 20 años durante una corrección).
  • Euro y el yen probablemente continúen su tendencia alcista versus el dólar y, en su calidad de activo refugio (y de reserva) por excelencia, el oro y las infravaloradas compañías mineras continúan siendo activos bien posicionados para beneficiarse de la pérdida de confianza en los mercados estadounidenses.
  • Seguir primando bolsa europea aunque sin sobreponderar desde los niveles actuales y primando sectores defensivos: cerca del 60% de los ingresos del MSCI Europe se generan fuera de Europa/UK y un dólar excesivamente débil unido a la desaceleración de la economía estadounidense podrían presionar a la baja los márgenes empresariales de las empresas europeas.
  • La inversión en bonos soberanos de países desarrollados va recuperando su efecto de protección en las fases de volatilidad de los activos de riesgo.

Zozobra sin hundimiento, ¿posible salvamento?

Es en los momentos de zozobra cuando tiendes a pensar en quién y cómo puede hacer el salvamento. Pero en finanzas, en la vida en general realmente, es mejor estar preparado antes de que el riesgo se haga patente en exceso.

Aunque no creo que nos enfrentemos a una contracción severa, sin eliminar la posibilidad de una recesión técnica en algunas zonas del mundo, tenemos que aceptar que el repunte vivido recientemente en las cotizaciones podría ser efímero. Las empresas siguen retrasando decisiones de inversión y el riesgo de subida del desempleo se incrementa. Extremar la prudencia y seguir pautas como las comentadas más arriba me parece altamente recomendable en la actualidad.