Los inversores en renta variable prevén varios recortes de tipos en EEUU, ven con buenos ojos las Bolsas y restan importancia a los riesgos de desaceleración del crecimiento. ¿Aciertan con la estrategia?
La tecnología tira del mercado pero el crecimiento americano se debilita.
Las acciones se suben al carro de la tecnología mientras se debilita el crecimiento de los beneficios en EEUU. La fuerte desaceleración conocida la pasada semana en las nuevas contrataciones plantea más preguntas sobre la fortaleza de la economía americana, confirmándose la realidad de que los despidos estén aumentando. Y es que la inmigración ha sido durante mucho tiempo un motor esencial de la pujanza económica de EEUU y la presión de las políticas de Trump en esta materia está penalizando al mercado laboral y con él al crecimiento y a la inflación. La conclusión es evidente: si el empleo se contrae, una economía tiende a deteriorarse más bruscamente.
Aunque en el lado positivo encontremos factores beneficiosos, como el imparable crecimiento de la inversión en Inteligencia Artificial que compensa en parte el menor crecimiento del consumo, el aumento de los riesgos de recesión va a llevar a la Reserva Federal (Fed) a recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos esta misma semana. Será la primera de varias bajadas, o al menos eso espera el mercado en la creencia de que tal medida seguida de otras similares podrán reactivar la economía y ayudar a superar los efectos negativos de los desmanes de Trump. Veremos.
Las valoraciones sí importan
Lo que escribo en el antetítulo se lo plantean cada vez más analistas al comprobar que el índice estadounidense S&P 500 ha ganado un 90% desde que comenzó el mercado alcista cíclico hace casi tres años. Históricamente, un mercado alcista medio dura 30 meses y produce una ganancia del 90%, por lo que estamos en línea con lo sucedido en el pasado.
El modelo más utilizado de valoración de las cotizaciones bursátiles es el descuento de beneficios a la tasa de rentabilidad de la deuda a largo plazo sumándole una prima de riesgo, teniendo en cuenta que cuanto mayor es esa cifra así calculada, menor será el valor de las acciones. De la aplicación del modelo descrito, se advierte que el mercado bursátil está sobrevalorado en EEUU pero no así tanto el europeo y, dentro de éste manteniendo fuerte potencial la bolsa española que lidera la rentabilidad entre los mercados de acciones mundiales y que, a pesar del lamentable ruido político que sufrimos en nuestro país, debería seguir haciéndolo.
No obstante, por un lado, es innegable que el crecimiento futuro esperado de los beneficios condiciona todo, por otro, las Bolsas europeas en caso de una corrección fuerte de los mercados de acciones americanos si los resultados corporativos decepcionaran.
Como contaba en esta columna hace unos meses, en el mundo de las finanzas en EEUU es frecuente la creación de acrónimos y así recordaba un analista americano de la financiera First Trust que lleva tiempo produciéndose una tendencia YOLO («You Only Live Once», sólo se vive una vez) y que, como en 1999, mucha gente se ha convencido de que los mercados sólo pueden ir en una dirección. Lo anterior es especialmente aplicable a las acciones tecnológicas, impulsadas por la inteligencia artificial (IA), cuyas diez principales representantes suponen hoy cerca del 40% del S&P 500.
Datos contradictorios
La Administración Trump está utilizando los aranceles como una de las herramientas para intentar remodelar la economía e impulsar el MAGA («Make America Great Again» o haz de nuevo a América grande). Pero los aranceles son un impuesto y las subidas de impuestos no son positivas para el crecimiento económico. Además, cualquier relocalización empresarial de la inversión hacia Estados Unidos, arbitrada como vía para evitar las tasas, llevará tiempo y será arriesgada, ya que es posible que los futuros presidentes no persistan en la política comercial de Trump. Aparte de que, como conocimos hace unos días, los tribunales podrían dictaminar que esas normas exceden de las competencias del presidente. This is America.
¿Es demasiado pronto para asegurar el triunfo de la IA?
Todavía no podemos discernir si parte de los beneficios atribuidos a la IA son solo una canibalización de los negocios existentes (como los motores de búsqueda) o no. El mercado tenía razón a finales de la década de 1990. Los teléfonos móviles, las conexiones a Internet por fibra óptica y los ordenadores más rápidos con mejores sistemas operativos impulsarían la productividad y los beneficios… pero era demasiado pronto.
Me pregunto, como recuerda el citado First Trust, si la IA es la tecnología mágica que proporciona beneficios inmediatos y permanentes. Hasta ahora, aún no hay un veredicto. El PIB real de EEUU en la primera mitad de 2025 fue de solo un 1,4 % de media, y el crecimiento del empleo se está ralentizando por diversas razones como comento más arriba.
Conclusión de cautela
Todo ello obliga a ser cauteloso con respecto al mercado en su conjunto y, en especial, con las empresas americanas más caras y de capitalización bursátil muy elevada. No se trata de dejar de lado la inversión en renta variable, pues hay muchos sectores y acciones dentro del S&P 500 y de las Bolsas europeas que mantienen su atractivo por valoración.
La historia de los mercados muestra sistemáticamente ocasiones en que hay niveles de precios que, simplemente, no se justifican con las expectativas de beneficios futuros y hoy podría ser uno de esos momentos. En 1999, algunos afirmaban con seguridad que las recesiones eran cosa del pasado. Se equivocaban.
No sé si veremos o no pronto una recesión. Si los políticos hicieran bien su trabajo, desiderátum acaso voluntarista en exceso, lo juzgaría improbable. Con todo, en estos momentos, mejor instar a la cautela frente al exceso de optimismo.