Lo que dice el título de esta columna es lo que expresó J. Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), después de anunciar el primer recorte de tipos de interés oficiales en 2025, decisión que, no por esperada, está exenta de consecuencias de todo tipo.
¿Por qué han bajado en EEUU el tipo de interés oficial?
La Fed recortó el pasado miércoles su tasa de política monetaria (Fed Funds) en 25 puntos básicos, para situarla entre el 4,00% y el 4,25%. El motivo principal para la bajada es la debilidad progresiva que desde hace varios meses se viene apreciando en algunos datos económicos estadounidenses que apuntan a que esa fragilidad podría ser persistente e impulsar el aumento de las expectativas de desempleo. Éstas se han intensificado de acuerdo con los últimos informes conocidos sobre el mercado laboral en EEUU.
Además de lo anterior, las presiones de estanflación son reales en el ámbito empresarial, con reducciones de los márgenes y muchos consumidores incapaces de absorber los precios más altos (los aranceles comienzan a notarse), lo que supone un reto para los mandatos de la Reserva Federal en materia de inflación y empleo, primando en estos momentos lo segundo. O dicho de otra manera, y aceptando que en economía cualquier decisión tiene su riesgo como recordaba Powell, aunque persista el peligro de la inflación, el mayor riesgo en este momento es que más estadounidenses pierdan sus empleos y se inicie una espiral descendente hacia una recesión.
De hecho, que el 65 % de los estadounidenses encuestados por la Universidad de Míchigan (frecuente proveedor de encuestas de sentimiento económico en EEUU) prevean que la tasa de desempleo seguirá aumentando, es un nivel que habitualmente va ligado a una recesión venidera. Tampoco olvidemos que la tasa de desempleo es un indicador retrasado, es decir, tiende a mostrar un cambio que ya se ha producido, a diferencia de los indicadores adelantados que predicen.
Finalmente, si hacemos caso a la Regla de Taylor (economista que formuló la vinculación de la tasa de política monetaria con la inflación y la actividad económica) se confirma que el nivel de tipos de interés en EEUU se encuentra en terreno restrictivo lo que, a la postre, supone un freno para el crecimiento económico.
¿Cómo afectará esta bajada de tipos a los mercados?
Para empezar, el «manual» dice que los mercados de acciones saldrán beneficiados: a menor riesgo de recesión, mayor probabilidad de que los beneficios corporativos sigan teniendo un buen comportamiento apoyándose en una ascendente confianza del consumidor, amén del menor coste de financiación para las empresas. En todo caso, las alegrías alcistas irán por barrios.
La reacción del mercado de renta fija es, en teoría, más parametrizable en momentos de bajadas de tipos. En principio, los inversores en renta fija analizan las intenciones futuras de la Fed y sus indicadores que en estos momentos prevén dos recortes más para lo que queda de año. Lo mismo anticipa el mercado de futuros de tipos de interés. Conclusión: buen momento para comprar renta fija americana, especialmente, a mi juicio, bonos soberanos. No obstante, si las expectativas de los inversores se vieran frustradas, los bonos del Tesoro podrían verse en apuros, como ocurrió hace exactamente un año.
Finalmente, el gran perjudicado de la reducción de tipos es el retorno de los activos de menor riesgo, es decir, la rentabilidad que las letras, pagarés y fondos monetarios estadounidenses van a proporcionar en el futuro. En todo caso, esta rentabilidad de los activos monetarios continuará, al menos en el corto plazo, doblando a la de los activos equivalentes en euros debido a los ocho recortes consecutivos de tipos de interés que entre junio de 2024 y junio de 2025 ha llevado a cabo el Banco Central Europeo (BCE).
Las previsiones del BCE proyectan una inflación por debajo del nivel objetivo del 2% tanto en 2026 como en 2027, un mercado laboral resiliente y unos datos de actividad mejores de lo esperado, haciendo todo ello que, aparentemente, los riesgos estén más equilibrados que en EEUU.
¿Debería lo anterior reflejarse en un mejor comportamiento de los mercados de acciones europeos? Sí, debería, aunque los índices americanos, aupados o postrados por los excesos del sector tecnológico, puedan perturbar tal previsión.
La realidad de la deuda y el dólar subyacen en la posición de la Fed
Las presiones del presidente Trump para que la Fed bajara los tipos han influido en la decisión descrita. Pero, un análisis más profundo revela que la sostenibilidad de la deuda pública estadounidense se sigue poniendo en duda por muchos analistas e inversores. De ahí que el Tesoro americano pretenda reducir la duración de la deuda emitida y conseguir así que el coste de su refinanciación dependa más de los tipos a corto plazo, a la baja en estos momentos, que de los tipos a largo plazo, más inciertos y con riesgo de subida en caso de volver las tensiones inflacionistas.
Para terminar, una breve alusión a lo que se puede esperar del comportamiento de la cotización del dólar dentro de este retomado proceso de bajadas de tipos de la Fed. Creo que, como tantas veces sucede en los mercados financieros, ya están descontadas ulteriores rebajas de tipos por parte de la Fed, máxime tras la caída del -15% que la divisa americana ya acumula este año contra el euro. Además, en caso de que las medidas de flexibilización de política monetaria aquí explicadas reforzaran el crecimiento económico de EEUU, seguramente el dólar recuperaría parte del camino perdido en el año. Veremos.