Seis ideas de inversión para el 2T-2017

Ha finalizado el primer trimestre de 2017 y el balance de los mercados financieros es favorable: buen comportamiento de bolsas de los países desarrollados (la española y el Nasdaq a la cabeza), caída de las cotizaciones de la deuda pública y ligeros avances de precio en la renta fija privada; entre las principales materias primas, mal el petróleo y bien el oro. Nada sorprendente excepto el excesivo empuje de la renta variable estadounidense que ha llevado las valoraciones de muchas compañías americanas a niveles de clara sobrecompra, descontando un escenario de beneficios poco realista.

El reflation trade de Trump (aumento de la demanda apoyado en una reducción de impuestos que potencia la actividad económica y el empleo) está, en parte, detrás de ese buen comportamiento, pero el riesgo de una decepción en los resultados de las políticas de crecimiento de la nueva Administración americana es elevado. Pensando en ello y en la permanente necesidad de contar con carteras equilibradas, expongo a continuación algunas ideas de inversión que pueden dar frutos en los próximos meses, bien aportando cobertura para lograr el citado equilibrio entre activos, bien contribuyendo a la rentabilidad de manera poco correlacionada con los principales índices.

Motores de rentabilidad

Más allá de las grandes ideas de inversión de largo plazo de las que he escrito en este blog y de las apuestas de inversión para este ejercicio basadas en fundamentales (renta variable europea), hay algunos activos cuyo ratio rentabilidad/riesgo los hace especialmente atractivos hoy en día y cuya presencia, en su justa medida, dentro de una cartera puede ayudarnos a mejorar la rentabilidad del conjunto:

  • Renta Variable India: se encuentra en un momento cíclico positivo y cuenta con factores demográficos favorables y de desarrollo tecnológico. Su situación política, riesgo esencial en los países emergentes, se ha normalizado. Pese a una valoración actual algo excesiva, sus grandes expectativas de crecimiento y la ausencia de burbujas (a diferencia de China) aconsejan contar con este activo en cartera a través de fondos de inversión especializados en el país o, para aquéllos más aversos al riesgo, fondos multiactivos que lo estén sobreponderando.
  • Acciones preferentes USA: no me refiero, obviamente, a lo que en España han comercializado hace unos años de forma indiscriminada muchas redes bancarias, sino a renta fija financiera, en general de carácter híbrido y principalmente estadounidense. Se trata de una apuesta por la mejora del sector bancario en EEUU (la reflación trae una mayor demanda de crédito a tipos más altos y, por ahora, con una baja tasa de impago), sustentada por su buen momento cíclico y en un mercado muy amplio con posibilidad de arbitraje y con TIRes atractivas.
  • Deuda bancaria europea: inversión que se apoya en los procesos de saneamiento y concentración bancarios que favorecen la solvencia, así como en el hecho de que la recapitalización perjudica a los accionistas pues reduce el ROA de las entidades. Sabemos que el negocio futuro de la banca será muy difícil pero, en este entorno, los bonistas están mejor posicionados y hay emisiones que ofrecen rentabilidades francamente interesantes.

Posiciones para el equilibrio de la cartera

  • Deuda a largo plazo y bonos ligados a inflación (ambos de EEUU): aprovechando repuntes de los bonos a largo plazo en EEUU que lleven su rentabilidad a la zona del 2,75- 3%. Pese a que las rentabilidades seguirían sin ser altas, contaríamos con una cobertura en caso de riesgos extremos, como tensiones políticas serias por triunfos electorales de corrientes populistas, crisis financieras y amenaza de recesión. Esta estrategia de cobertura es implementada en la actualidad por varios fondos multiactivo que destinan parte de la cartera a este asset class.
  • Neutralizar posiciones en USD: tras el rally que llevó al EUR/USD a 1,03, su valoración es exigente y, como opina el research de UBS, “el Euro está infravalorado frente al área-dólar (USD, CAD, AUD…) y al CHF; el mercado minusvalora la probabilidad de que el BCE vaya reduciendo sus compras de bonos en otoño y que suban los tipos en Europa en 2018”. Escribía en este blog a principio de año que EEUU es el menos interesado en tener un Dólar demasiado fuerte ya que, unido al proceso de subidas de tipos de la Reserva Federal, dañaría los fundamentos económicos estadounidenses y provocaría la vuelta del fantasma de la recesión. La cotización del billete verde en este comienzo de año ha seguido esta senda de pérdida de fuerza.
  • Metales preciosos (oro fundamentalmente): la oferta global de oro tocó techo y la demanda de Inversores y joyería (sobre todo en zonas emergentes) sigue creciendo. Los metales preciosos pueden actuar como depósito de valor en una época de expansión monetaria sin precedentes como la que vivimos y son la mejor cobertura contra riesgos extremos improbables pero no imposibles. Puede lograrse exposición a ellos a través de algún fondo de inversión y, especialmente, de ETFs con respaldo del activo físico. Al igual que en los bonos largos USA, existen también fondos multiactivo que cuentan con un peso elevado en cartera en este tipo de activo.

Una última recomendación: antes de incluir cualquiera de estas inversiones en cartera, asesórense bien, pues tanto los excesos como las duplicidades y solapamientos nunca son buenos compañeros de viaje en el tortuoso camino de los mercados financieros. No olvidemos que, en el segundo trimestre, la travesía (salut Le Pen) podría curvarse.