Política y mercados: alivio tras el exceso

Los resultados de las elecciones presidenciales francesas alejan el riesgo de que un partido euroescéptico pueda alcanzar la presidencia de la República. Habrá que ver qué sucede en la segunda vuelta del 7 de mayo próximo (necesaria al no conseguir ningún candidato más del 50% de los sufragios), pero los mayores temores parece que se desvanecen.

Nunca creí que la victoria de los extremos, a derecha o a izquierda, pudiera producirse en los comicios franceses. Así, al evitar que los dos candidatos radicales (Le Pen y Mélenchon) pasen a la segunda vuelta, es esperable que el voto se vuelque con el candidato moderado Macron quien contará, como mínimo, con el apoyo de Fillon (derecha, en tercer lugar) y de Hamon (socialista, en cuarto a mucha distancia), ya que pese a sus diferencias en lo que respecta a su agenda doméstica, todos mantienen una firme convicción sobre la continuidad de Francia en la UE, lo que anula la principal fuente de riesgo para los mercados financieros: la salida de Francia del Euro podría comportar un impago de la Deuda francesa y un efecto cascada que acabase con la moneda única.

La idea Europa unida se refuerza

En esta primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el triunfo de los partidos pro-europeos sobre los que estaban a favor de la ruptura con Europa ha sido revelador: cerca del 60% del voto para los primeros sobre el 40% de los euroescépticos. No viene mal a la vieja Europa una reafirmación como ésta para su existencia como proyecto de unidad, no sólo en lo mercantil, sino sobre todo en lo político y económico.

El auge económico ayuda

Recibía hace unos días este gráfico de Capital Group que refleja el índice de sorpresas económicas que elabora Citigroup con el comentario de algo sobre lo que vengo insistiendo en este blog desde hace varios meses: todo indica que la situación en Europa mejora de manera significativa.

Fuente: Thomson Reuters Datastram.

El citado índice alcanza máximos desde 2013 y no olvidemos que el crecimiento económico es el mejor antídoto contra populismos y extremismos varios.

¿Acaban ponderando los mercados correctamente los riesgos políticos?

No hay duda de que el entorno socioeconómico y político de las empresas condiciona su evolución y el eventual éxito empresarial. Por ello, la respuesta de entrada a la pregunta del título, es afirmativa, pues los políticos no son tan importantes como creen.

En medio de múltiples comentarios tremendistas de analistas financieros y gestores de fondos, en un reciente análisis, UBS relativizaba la importancia de la política en las bolsas: “Los mercados financieros reaccionan ante la política pero los activos financieros descuentan hipótesis a más largo plazo. Merece la pena recordar que los inversores de un país, por lo general, comprenden mejor su política que los inversores internacionales”.

Cuando acaecen eventos políticos de calado en países desarrollados, superadas las reacciones alcistas o bajistas del corto plazo, los mercados tienden a ponderar el crecimiento, evaluar lo que sucede en EEUU y considerar la acción de los actores económicos. El Brexit y el triunfo de Trump son buenos ejemplos de ello.

Conclusión optimista sin alarde alguno

Tras un período de miedos y dudas de todo tipo sobre lo que podía suceder en las elecciones presidenciales francesas, el resultado de éstas en primera vuelta es favorable para los mercados. No obstante, esto solo quiere decir una cosa: hay que seguir vigilando los catalizadores del crecimiento económico: Bancos Centrales, crecimiento en EEUU, cotización del Dólar, China, estabilidad en zonas emergentes y precio de materias primas. Igualmente, es indispensable mantener el foco en la evolución de los resultados de las compañías cotizadas. Es decir, business as usual (lo de siempre). Y los políticos que hagan su trabajo.