Oportunidades tras las caídas

Tras las caídas de la primera parte de febrero, la Bolsa europea sigue siendo la inversión preferida para 2018, máxime una vez avanzada la temporada de resultados empresariales que se han mostrado mayoritariamente favorables. Más allá de la necesaria revisión de valoraciones de algunas compañías que refuerza la conveniencia de un enfoque de gestión activa no ligada a índices, existen algunos tipos de activo que han reactivado o incrementado su atractivo como elemento de diversificación de carteras. Me centraré en tres de ellos.

Bolsa japonesa

Japón es un mercado que nos queda muy lejos y con un comportamiento que con frecuencia es excesivamente errático. El pasado ejercicio, la Bolsa japonesa cerró el año con un +19% (índice Nikkei) y en 2018 tampoco debería defraudar ya que:

–        El Banco de Japón (BoJ) va a mantener su política monetaria expansiva (tipo de intervención del 0,1% y programa de recompra de activos fijado en 80 billones de yenes por año). Si la inflación no llega, puede que incluso incremente las medidas de relajación monetaria.

–        Las presiones al alza del yen han penalizado a la Bolsa japonesa que refleja el peor comportamiento de la renta variable entre los países desarrollados. El BoJ hará todo lo posible por revertir esta fortaleza de su divisa pues mantener un yen débil será aún más necesario en un contexto en el que las expectativas de inflación permanecen bajas y los salarios no aumentan significativamente.

–        Los resultados empresariales conocidos recientemente correspondientes a 2017 han sido, en general, positivos y se espera que continúen mejorando apoyados en una economía que sigue progresando gracias a una dinámica demanda exterior, un fuerte incremento del turismo y un mejor gobierno corporativo.

Diversas gestoras internacionales, como BLI, Capital Group o Schroders, cuentan con magníficos fondos de inversión para acceder a este mercado.

Bonos ligados a la inflación en Dólares

Las tensiones inflacionistas estuvieron, como sabemos, en la base de los recientes desplomes de las bolsas estadounidenses. Aunque éstas ya han recuperado buena parte de lo perdido, el sentimiento de un retorno de la inflación recobra cada vez más fuerza. Si a esto le sumamos la creciente diferencia de tipos de interés entre los bonos en EUR y sus equivalentes en USD, la conclusión es que los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities), emitidos y garantizados por el Gobierno de Estados Unidos, constituyen una inversión que puede compensar los riesgos de otros activos de la cartera gracias a su generación de rentas y a su componente de cobertura, especialmente en caso de aceleración de la inflación.

Al igual que con la Bolsa japonesa, el acceso a este mercado de forma directa no es sencillo. De ahí que la recomendación se centre también en fondos de inversión de gestoras que cuentan con una especialización en este tipo de activo, como Fidelity, Natixis o Groupama . Una visión de largo plazo es indispensable si se adquieren fondos de esta categoría, así como priorizar los que ofrecen clases de acciones que realizan cobertura de la divisa para evitar que ulteriores caídas del Dólar perjudiquen su rentabilidad final.

Bonos corporativos y renta variable de mercados emergentes

La renta fija y variable de zonas emergentes han sido de los activos con mejor comportamiento durante las recientes caídas en los mercados de todo el mundo. La situación macroeconómica de muchos países emergentes es bien distinta a la de los desarrollados, ya que su recuperación en el ciclo económico es mucho más incipiente.

Pese a las subidas de tipos de interés en EEUU, el entorno económico global les beneficia: déficits más bajos y un Dólar débil que proporcionan estabilidad a sus divisas, junto con un buen comportamiento de las materia primas sustentado por el crecimiento de la demanda global. Los inversores que puedan permitirse cierta volatilidad incremental en sus carteras no deben dudarlo: tanto en bonos como en acciones, los mercados emergentes pueden ser el gran aliado en la rentabilidad final de muchas carteras en 2018.

Debido a su habitual sobrerreacción en caso de llegar shocks de mercado, el peso en cartera de este tipo de activo debe ser ajustado y centrado en carteras que sobreponderen las zonas con mejor ratio «retorno esperado/riesgo país» a través de fondos de gestoras que cuenten con larga expertise en su gestión, como Franklin Templeton, Aberdeen o Vontobel, entre otras. 

Contemplando diversos escenarios

Aunque mi visión favorable para la renta variable europea sigue firme como mencionaba al comienzo de esta entrada, la inevitable vuelta al mercado de episodios de volatilidad, como el que ha sucedido recientemente, refuerza la necesidad de contar con alta diversificación e indispensable visión de plazo adecuada al riesgo de los activos en los que se invierte.

Asesórense bien y sean prudentes.